La importancia del montaje de los bujes del freno
Si no se realiza correctamente pueden aparecer vibraciones al frenar y comprometer la seguridad.
A la hora de montar el sistema de frenos de un vehículo el profesional mecánico debe ser precavido y no cometer errores, tando por ser un elemento de seguridad como para no afectar a la conducción.
Una de las piezas más sensibles es el buje. Tanto el óxido acumulado, como un mal montaje pueden causar que esta pieza no gire de forma correcta, afectando directamente al funcionamiento del disco de freno y, por lo tanto, a la seguridad del vehículo.
Además, si no hay un montaje correcto se pueden producir vibraciones al frenar. Esto ocurre generalmente tras un recorrido de entre 1.500 a 3.000 kilómetros, normalmente originadas por la falta de ventilación en las pastillas de freno, que debe ser de 0.15 milímetros en cada lado.
Desde ATE ofrecen a los talleres una serie de consejos para montar el buje de freno. En primer lugar, se debe limpiar el metal repasando las superficies de la brida y el centrado con tela de esmeril y prestar atención para que no queden restos de óxido ni suciedad.
Por otro lado, no se deben aplicar pastas deslizantes, como la pasta de cobre, así como verificar que las superficies de la brida y el centrado están perfectamente planas.
También hay que cuidar el montaje de la suspensión. Según ATE, a la hora de realizarlo los casquillos de la dirección y los ‘silent blocs’ no deben presentar holgura ni desgaste, al igual que los castillos de goma.
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