Qué hay que saber sobre la homologación de las reformas del vehículo

Además del certificado del taller, un laboratorio debe dar su conformidad con la reforma.

Deben homologarse todos los cambios distintivos en las características mecánicas o estéticas del coche / Redacción Infotaller
Redacción Infotaller

23 de enero 2019 - 14:22

Una parte del negocio de los talleres es modificar algunos elementos del vehículo. En ciertos casos, estas reformas son estructurales o afectan directamente a la seguridad, por lo que deben ser homologadas. Ahora bien, son numerosas las dudas sobre la necesidad y el proceso de la homologación que todo taller debe saber resolver.

En primer lugar, todas las modificaciones, sustituciones, actuaciones, incorporaciones o supresiones efectuadas en un automóvil que cambien sus características distintivas mecánicas o estéticas, o que afecten a las prescripciones contenidas en las directivas europeas 2002/24/CE, 2003/37/CE y 2007/46/CE, son consideradas reformas y deben ser homologadas, según explica el blog Ruta 401 de Loctite Teroson.

Para homologar un vehículo, el taller debe emitir un certificado de la reforma llevada a cabo y a continuación un laboratorio debe determinar que las modificaciones se ajustan a las directivas europeas, emitiendo un certificado de conformidad en caso positivo. El laboratorio cobra entre 100 y 200 euros por ello.

En algunos casos, es necesario un proyecto técnico. Este es obligatorio en caso de reformas de mayor envergadura o complejidad que haya que comprobar mediante análisis y cálculos técnicos. Para ello se precisa contratar a un ingeniero técnico colegiado, pero no exime de presentar los certificados del taller y del laboratorio.

El último paso del proceso de homologación es acudir a una estación de ITV. Allí revisarán el vehículo y la documentación e incluirán las modificaciones en la ficha técnica del vehículo. El precio varía dependiendo del coche y la reforma, rondando en torno a los 70 euros. A partir de ese momento, el automóvil puede circular sin problemas.

Aunque el proceso de homologación encarece la reforma, siempre es preferible a circular con modificaciones sin homologar. No sólo desde el punto de vista de la seguridad; también del monetario: circular con piezas sin homologar es una infracción grave que acarrea sanciones entre 200 y 500 euros. Sin contar con el informe negativo de la ITV por no llevar piezas homologadas.

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