El desconfinamiento perimetral de Zaragoza eleva las perspectivas de trabajo en el taller

Tras el levantamiento de la restricción que permite salir de la ciudad desde el viernes, 19 de febrero, los talleres de Zaragoza han comenzado a incrementar su actividad, según ha manifestado el portavoz y secretario de la Asociación de Talleres de Reparación de Zaragoza (Atarvez), José Antonio Mora, en "El Heraldo, recomendando mantener el vehículo en buenas condiciones para evitar accidentes.

Mora, afirma el diario maño, define de "locura" la actividad de su taller tras el anuncio del fin del confinamiento perimetral, “mírame el coche, que me voy a dar vuelta por la casa del pueblo”, apunta el portavoz de Atarvez.

Niveles de líquidos y presión de neumáticos han sido los principales servicios demandados, si bien en esta etapa no se han apreciado tantas consultas como tras el confinamiento de los meses de marzo y abril, señala Mora, pues aunque no se permitía salir de la ciudad, se podía “usar el coche para ir a comprar, para que así no esté parado en el garaje tanto tiempo".

Las limitaciones de movilidad de algunas localidades de Aragón hicieron bajar el tráfico por calles y carreteras, ya que solo se permitían los viajes que estaban sujetos a actividades esenciales. Este descenso de la circulación redujo el paso de vehículos por el taller en los últimos meses.

Un descenso en la actividad que Víctor Lobaco, propietario de un taller, cuantifica en el 30% menos que el año pasado y que, a pesar del desconfinamiento, todavía no se ha traducido en más trabajo, aunque no descarta que a partir de hoy, 22 de febrero, aumenten las peticiones. A pesar de ello, Víctor agradecía ese 70% que le permitido mantenerse y aseguraba que “no nos podemos quejar si nos comparamos con otros sectores”. “Afortunadamente, somos esenciales”, coincidía el secretario de la asociación maña.

Las visitas al taller han oscilando en función a las restricciones. “Cuando saltaron los rumores de que se iba a levantar el confinamiento, empezaron a venir. Sin embargo, las citas se cancelaron cuando no fue así”, recuerda Lobaco, mientras Mora califica de irregular la demanda desde que se confinó Zaragoza.

Hasta la apertura de los lindes de la ciudad, los principales trabajos eran labores de mantenimiento y averías: cambios de baterías, neumáticos desgastados y golpes. En cualquier caso, “no estaba la alegría y el trabajo de antes”, explica el portavoz del colectivo. Otras causas a la que los mecánicos achacan el descenso de sus servicios son los retrasos de la ITV y que se retrasan las visitas a los talleres. En este sentido, desde la Atarvez insisten en la seguridad e inciden en que es necesario cambiar aquellos elementos que puedan ser desencadenantes de un accidente, por la seguridad propia y del resto de conductores.

Otro aspecto que han percibido en los talleres es que ha cambiado la actitud de los clientes y ahora demandan más presupuestos. “Antes lo dejaban y decían que de todo, sin embargo, ahora no, ahora piden el presupuesto”, señalan los propietarios de estos talleres.

La situación de los talleres aragoneses, como del resto de España, ha sido difícil. “al principio, en el mes de marzo, dijeron que eran 15 días ¡Qué 15 días más largos! El colchón de muchos años de esfuerzo nos lo hemos comido”, se lamenta Mora. Se han perdido campañas como la de Semana Santa, la de los puentes del 23 de abril o del 1 de mayo y la de Navidad, “fechas en el que el 80% de los viajes son a la nieve, trayectos para los que la gente pone a punto sus vehículos, y este año nada”, afirma Mora, y añade que febrero no es un buen mes para hacer caja de por sí, “yo digo que es el mes de las tarjetas, porque el banco pasa las compras de Navidad, que no te acordabas de ellas”.