La correcta gestión de residuos de aceites, baterías y lámparas, clave en la economía circular del taller
Aspa Asturias, dentro de su "Guía informativa y de sensibilización para la implantación de la economía circular en los talleres de automoción", da algunos ejemplos de cómo tratar estos componentes para optimizar recursos.
Aspa Asturias, Asociación del Automóvil del Principado, dentro de su "Guía informativa y de sensibilización para la implantación de la economía circular en los talleres de automoción" da algunos ejemplos de cómo los talleres de automoción pueden transitar desde una economía lineal hacia un modelo circular. En este caso, a través de los aceites, baterías y lámparas.
"Se trata de ir implantando buenas prácticas que contribuyan a optimizar el consumo de recursos, alargar la vida útil y rendimiento de piezas y, llevar a cabo una gestión adecuada de los residuos generados", recogen en la guía.
Aceites
Se pueden usar tres tipos de aceites con bajo impacto ambiental:
-Con mayor vida útil: reducen la generación de aceite usado debido a que su duración es más prolongada en el tiempo. Su precio es mayor que los aceites convencionales pero a medio-largo plazo supone un ahorro para el cliente, ya que reduce el número de cambios de aceite.
-Biodegradables: formulados a partir de bases sintéticas o de origen vegetal, caracterizados por una rápida biodegradabilidad y una baja peligrosas ambiental.
-Con bases regeneradas en su formulación: la regeneración consiste en la obtención de aceites base mediante el refinado de aceites usados, separando de su composición contaminantes y aditivos. Según datos de la Agencia Norteamericana para el Medio Ambiente se calcula que de cada 3 litros de aceite usado se obtienen 2 litros de aceite nuevo, mientras que para obtener la misma cantidad del primer refino del petróleo se necesitan cerca de 140 litros.
"Llevar una correcta gestión de los aceites usados, además de ser una obligación legalmente establecida, es fundamental de cara a garantizar la circularidad de los mismos. En 2020, el 55% de la distribución de aceites en el mercado nacional fue a parar a talleres de automoción. El sector ocupa el primer lugar en generación de aceite usado (56.487 toneladas)".
Baterías
Cuando las baterías llegan al final de su vida deben gestionarse adecuadamente porque la mayoría de los residuos en baterías están clasificados como residuos peligrosos por su contenido en metales pesados. Otro motivo es para recuperar las materias valiosas que contienen y utilizarlas en nuevos procesos productivos.
Las baterías usadas deben almacenarse en contenedores específicos y entregarse a un Gestor Autorizado. El taller podrá contribuir alargando su vida útil mediante un correcto mantenimiento de las mismas y transmitiendo al cliente una serie de recomendaciones para ello.
Lámparas
La sustitución de lámparas representa una tarea habitual en la actividad diaria de muchos talleres, pudiendo generarse cantidades significativas de residuos.
De acuerdo a Aspa, la estrategia a abordar por parte de los talleres puede seguir dos líneas de actuación: reducir la generación de residuos, ofreciendo al cliente opciones de lámpara con mayor vida útil y gestionar correctamente las lámparas siguiendo estos pasos:
- Manipular con cuidado las lámparas para evitar su rotura.
- Almacenar las lámparas en contenedores diseñados a tal efecto y que permiten su separación según el tipo. Así como evitar que sean mezcladas con otro residuos que puedan provocar roturas. El residuo debe ir desprovisto de embalajes de cartón o plásticos.
- Ubicar los contenedores en zonas cubiertas, techadas y ventiladas.
- Entregar los residuos a un Gestor Autorizado.
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