La reparación de un Tesla Model 3 pone el foco en el derecho a reparar en Estados Unidos
Se trata de un asunto similar que piden las asociaciones de talleres españolas y del resto del continente a la UE, para favorecer la libre competencia entre los talleres marquistas e independientes.
Los consumidores norteamericanos han puesto en marcha el “movimiento por el derecho a reparar” (Right to Repair movement), que proclama que los fabricantes deben permitir y aceptar las autorreparaciones o las efectuadas por terceros de los productos que los consumidores adquieren y lucha contra el monopolio de la reparación que existe en ciertas industrias y productos, como Apple, Nikon o John Deere, en Estados Unidos.
Una reciente orden ejecutiva del presidente Joe Biden abordó el asunto del monopolio de la reparación de productos que ejercen algunos fabricantes. En concreto, condenó, según señala el diario Washington Post, las restricciones que John Deere impuso a granjeros para que sus tractores solo se reparasen por el fabricante, incluso arreglos menores. El objetivo final es, además de dar opciones al consumidor para que no dependa de una solución única y costosa, fomentar la competencia y fomentar la creación de nuevas empresas.
Ese monopolio en la industria del automóvil se va mermado en Estados Unidos desde hace varios años (una porcentaje muy amplia de las reparaciones se hacen en talleres independientes), lo que permite reparaciones más económicas.
Pero, dado que permitir la reparación por terceros implica revelar mucho de las entrañas de los productos y compartir sistemas y conocimientos, varias empresas son reticentes a permitir que sus productos sean arreglados de modo independiente. La citada orden ejecutiva busca promover, en general, la libre competencia en la economía estadounidense y, en ese contexto, explica el Post, plantea que si una persona es dueña de algo, ha de tener el derecho a repararlo con una variedad de opciones que van desde las que ofrece el fabricante hasta las de terceros independientes e incluso la de hacerlo por sí mismo, cuando eso es factible.
De 16.000 a 700 dólares
Todo este asunto ha vuelto a la actualidad norteamericana tras conocerse que un youtuber reparó por 700 dólares un Model 3, cuya reparación había sido presupuestada en 16.000 dólares por un centro de servicio de Tesla. Había que sustituir, según la marca, todo el sistema de batería, a causa del daño sufrido por el mismo al golpearse los bajos del contra unos escombros que había en la carretera. El seguro, por su parte, rechazo cubrir la reparación, según relata el portal Daily Dot.
El propietario, por consejo de otro usuario de Tesla, contactó con Rich Benoit, experto en reparación de automóviles y popular youtuber, quien observó que el escombro solo había dañado una pieza que conecta la batería a una línea de refrigeración, que Benoit reparó usando una trozo de latón como la que se consigue en cualquier tienda de artículos de bricolaje, reduciendo la factura a solo 700 dólares.
Según Daily Dot, el presupuesto de Tesla no solo era enorme, sino que que revela un fenómeno que sucede en el ámbito de muchos productos de alta tecnología, la pretensión, y en algunos casos imposición, de que el producto sea reparado solo por un taller o centro del propio fabricante, reduciendo las opciones del consumidor e imponiéndole costos elevadísimos.
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