Los coches autónomos requerirán un mantenimiento y actualización constantes

La presencia de coches autónomos en las carreteras, poco a poco, irá generando nuevos escenarios que deberán irse regulando y adaptando. Desde las normativas que deberán regir la circulación hasta las nuevas realidades a las que tendrán que hacer frente los profesionales en los talleres de automoción irán cambiando.

Así lo ha reflejado durante la primera jornada de la final nacional del Best of Belron de Barcelona Luis Ignacio Hojas, secretario del departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Politécnica de Madrid y líder del proyecto ‘Experiencia 1.000.000 Km’ en vehículos automatizados en una conferencia sobre este tema.

Respecto al coche autónomo, Hojas indica que no se trata de ciencia ficción, indicando que Google ya posee un prototipo que tras 1,5 millones de kilómetros recorridos, su conductor solo tuvo que intervenir 0,12 veces cada 1.000 kilómetros, es decir, una vez cada 8.000 kilómetros.

Asimismo, añade que este tipo de vehículos requerirán un mantenimiento y actualización de software constantes y que protagonizarán una revolución en la movilidad. “Los cambios van a ser muy rápidos porque los usuarios vamos a exigir coches con niveles altos de automatización. Los de nivel 5 serán muy caros, por lo que serán de flota y los usaremos de forma compartida 24 horas al día y 365 días al año”.

Además, este experto en conducción automatizada subraya que el mantenimiento preventivo será vital para la correcta implantación de esta tecnología. “Las compañías aseguradoras y los fabricantes nos van a obligar a realizar unos mantenimientos estrictos de los vehículos con conducción autónoma de nivel 3 y 4”.

“El vehículo tendrá que cumplir escrupulosamente todos sus ciclos de mantenimiento, porque si no, no estará cubierto. En los niveles 3, 4 y 5 de autonomía, la responsabilidad, en caso de accidente, ya no es del conductor; por este motivo, es vital que el vehículo tenga un correcto mantenimiento, porque los seguros no van a aceptar cubrir un siniestro si el vehículo no está en las condiciones óptimas que detalla su fabricante”, explica el profesor.

Ante estas nuevas circunstancias, Hojas, afirma que “los procesos de mantenimiento se van a informatizar todavía más y habrá un control, recogida y gestión de los datos producidos por el coche aún más exhaustivo.

No obstante, pese a las ventajas de la conducción autónoma, no se alcanzará el objetivo ideal de las cero muertes en accidentes de tráfico. “Cuando los coches estén conectados y sean autónomos, habrá menos atascos. Y los coches se conducirán de un modo más eficiente, por lo que ganaremos en eficiencia y economía. También ganaremos en seguridad. Pero se equivocan los que piensan que llegaremos a una siniestralidad cero”, añade el profesor de la Politécnica de Madrid.

Hojas afirma que las cifras de accidentes y las víctimas van a disminuir de forma drástica, por lo menos el 90%, porque prácticamente se eliminará el error humano. Pero surgirán nuevos problemas, como coches mal utilizados, hackers o errores de funcionamiento de las máquinas.