Cómo afrontar el montaje de un turbo
Identificar el adecuado y mantener la pieza limpia, claves para su correcto funcionamiento.
Las averías en el turbocompresor son habituales para los profesionales mecánicos. Los expertos coinciden en que una mala conducción (no respetar los tiempos de descanso, revolucionar el motor en frío o por encima de su límite) es la principal causa. A la hora de afrontar su sustitución hay que tener en cuenta varios aspectos.
Lo primero es identificar qué turbo es el adecuado para el vehículo en cuestión, explican desde el blog de Iberisa. Comprobar la placa de identificación o la etiqueta del turbo fallido resolverá el problema.
Por otra parte, antes de comenzar a montar la nueva pieza hay que comprobar si el turbo tiene instrucciones de montaje críticas (si se incumplen queda invalidada la garantía del fabricante) o si el turbo cuenta con una válvula de descarga o es de turbina variable. En estos casos, vendrá pre ajustado de fábrica para adaptarse al vehículo.
Desde Iberisa, además, recomiendan reemplazar cualquier pieza defectuosa o sospechosa con piezas de equipo original.
Montaje
En primer lugar, el profesional debe revisar tanto los tubos de admisión de aire como el colector; así como la entrada de aceite y los tubos de drenaje. Ninguno de estos componentes deben estar obstruidos, sucios o con piezas sueltas. También habrá que cambiar el aceite motor y el filtro, que además, deberá cebar.
Según el blog, el rango de montaje del escape debe ser plano y estar libre de grietas y residuos de carbono, y que los pernos estén en buenas condiciones. Posteriormente, hay que montar el turbo en el escape, verificando que la junta de la turbina se ajuste correctamente para obtener un sello hermético al gas. Una vez realizado, hay que conectar el tubo de drenaje de aceite y cebar el turbo rellenando el orificio de alimentación.
Señalan que la falta de cebado de aceite durante el montaje, y el procedimiento de arranque incorrecto, pueden causar una falla prematura del turbo.
Una vez conectados el resto de los accesorios externos hay que comprobar que el aceite del motor circule y que el turbo esté bien lubricado antes de que funcione bajo carga, por lo que es útil desconectar el sistema de encendido o el suministro de combustible, para que el motor gire sin arrancar.
Cuando el piloto de presión de aceite se apague, hay que volver a conectar el encendido y arrancar el motor, ejecutándolo a ralentí rápido para comprobar que no hay fallos ni fugas.
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