Teoría vs. realidad en el coste/hora del taller: cuando el éxito puede acabar en ruina
El especialista en análisis de procesos del taller, Manuel Baéz, señala los factores determinantes a la hora de calcular la mano de obra. "Hay que facturar bien".
Una de las decisiones más importantes que debe tomar el taller es la de determinar el precio/hora al que va a ofrecer sus servicios. No es, sin duda, asunto baladí. Un buen cálculo permitirá no solo ser rentable, sino encontrar los huecos de mejora del negocio y, en ocasiones, el agujero por el que se va el dinero.
Estos asuntos han sido abordados en una charla virtual, organizada por Femete y la Asociación Industrial de Talleres de Reparación de Automóviles de la provincia tinerfeña, Asintra. En ella, Manuel Báez, de la empresa Assistec y especialista en análisis de procesos del taller ha tratado de dar algunas pautas.
En primer lugar, Báez ha explicado la diferencia entre el coste teórico y el coste real de la mano de obra. Según la teoría, ese coste de hora sería tan sencillo como dividir los costes fijos de la empresa entre el potencial productivo del taller, es decir, las horas que se pueden producir, teniendo en cuenta las horas trabajadas, de formación, absentismo etc.
Báez explica que en la realidad, los talleres multimarca no puede vender todas las horas productivas. Principalmente, por cuatro motivos: Se repara un parque más antiguo; No se dispone tan fácilmente de toda la documentación técnica de todos los vehículos; No es viables tener utilitaje para todas las marcas y modelo; No somos especialistas de una sola marca y los tiempos. “Somos doctores de cabecera”, resume.
Todo esto provoca que el aprovechamiento de horas se reduzca al 80% como máximo. Ese 80% de productividad debe ser el objetivo al que aspire un taller multimarca. “Las soluciones de mejora son dar valor al conocimiento y a la inversión”, explica.
"Facturar bien"
A la hora de fijar el precio hora, Báez señala que “no puedes estar fuera de mercado, pero hay que tener un mínimo de rentabilidad, por lo menos de un 20%”. Esto, advierte Báez, es siempre en la teoría. La clave es la calidad de servicios. Para ello, conviene calcular ese coste hora dividendo costes fijos entre horas facturadas.
Y es aquí donde está la clave. “Hay que facturar bien. Toda factura tiene que llevar una línea de mano de obra. Es ley. El que no esté facturando mano de obra puede tener problema”, señala.
Esa hora facturada es la que determina la viabilidad o no del taller. La buena o mala productividad, resultan de dividir esas horas facturadas entre las horas de presencia productiva.
“A menos horas facturadas, incrementa el coste de hora de tu empresa, disminuyendo patrimonio”. Dicho de otro modo, una empresa viable en la teoría, puede pasar a ser una ruina en la práctica, al no haber aplicado bien las horas de productividad real.
Consejos para aumentar la productividad
Báez termina la charla aportando varios consejos para mejorar la productividad. El primero de ellos es ofrecer presupuestos con los tiempos de mano de obra que recomienda el fabricante. “No todos los fabricantes requieren los mismos tiempos”, pone como ejemplo de una operación como cambiar un embrague.
El segundo de los consejos es implantar un procedimiento de trabajo. “Cada vez que el mecánico tiene que ir a preguntar que coche hacer ahora, eso son 5 minutos que se pierden. Son dos días y medio al año”, defiende.
En tercer lugar, planificar las citas y evitar las sobrecargas. “Es lo más complicado”, sostiene Báez. En resumen, Báez recomienda dar valor a la mano de obra para dignificar el trabajo del taller y, por supuesto, explicar bien el trabajo.
Archivado en
No hay comentarios