Estafan 11.350 euros al dueño de un taller de Burgos, que complica la viabilidad de su negocio
En cuatro de las cinco supuestas transferencias fraudulentas solo pone el nombre y, como concepto, nómina. Rodrigo Ramos denuncia que la propia entidad bancaria le señale a él como el autor de esas operaciones.
Al dueño de un taller de Burgos, Rodrigo Ramos, le han sustraído supuestamente 11.350 euros de su cuenta bancaria a través de cinco transferencias fraudulentas, complicando la viabilidad de su negocio, según publica burgosconecta.es.
En agosto, este empresario recibió una alerta en su móvil de que alguien había accedido a su cuenta bancaria, lo que procedió a corroborar entrando en la plataforma de su entidad bancaria. Tras acceder, observó que era falso y que no había pérdida de dinero alguna, aun así, señala Ramos “llamé al director de la sucursal para que lo comprobará y me dijo que todo estaba bien, que a veces el sistema manda ese tipo de alertas”.
Al día siguiente, Ramos ya no pudo acceder a su cuenta bancaria y el director de otra sucursal del banco le avisó de que “habían realizado cinco transferencias por valor de 11.350 euros, sin dar yo consentimiento para ello”. De inmediato se puso en contacto con la Policía Nacional para denunciarlo, que le pidieron los justificantes de esas operaciones fraudulentas. Ramos señala que volvió a la sucursal “con la denuncia y, desde el primer momento, se están haciendo los locos, cuando ellos son responsables de mantener mi dinero a salvo. El banco, con el que llevo trabajando desde 2005 (justo cuando arrancó su negocio), no me ofrece ninguna solución”. Además, según el dueño del taller burgalés, nadie tiene su número de usuario ni utiliza el móvil para acceder a la plataforma digital.
Negligencia bancaria
Explica Ramos que, a través de la empresa JMJ Informática, ha comprobado que ni su ordenador ni su teléfono tienen virus y acusa al banco de actuar “de forma negligente, porque en cuatro transferencias solo pone el nombre y el concepto es nómina. Se tenía que haber bloqueado la cuenta en mi primera llamada. O alguien de dentro de la caja ha vendido mis datos o han sufrido un ataque”.
Ramos, además, denuncia que la propia entidad bancaria le señale a él como el autor de esas operaciones y aclara que “la normativa aplicable en este tipo de situaciones establece que, en aquellos casos en los que se ejecute una operación de pago no autorizada, la entidad ordenante está obligada a devolver el importe de la transacción al instante”.
A la presunta estafa se une la necesidad de pagar a los proveedores de su taller, pues la falta de esa liquidez ha condicionado varios pagos y ha tenido que “aplazar alguno o pedir ayuda a los amigos”, concluye Ramos.
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