El Parlamento Europeo apoya posponer aún más la Euro 7 a cambio de no relajar las exigencias en emisiones
La propuesta de la cámara fija para 2030 la aplicación para coches y 2031 para camiones, aunque la fecha final deberá ser consensuada con el Consejo de la UE y los estados miembros.
Ya parece claro que la norma Euro 7 no se aplicará como la planteó la Comisión Europea hace casi un año. Al menos no en las fechas de entrada en vigor que planteaba la Comisión -2025 para coches y furgonetas y 2027 para camiones-, aunque los límites de emisiones seguirán siendo estrictos.
El último paso en hacer esta norma de límite de emisiones más laxa lo ha dado el Parlamento Europeo. En concreto la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Europarlamento, que ha votado este jueves a favor de retrasar de 2025 a 2030 la entrada en vigor de la normativa para rebajar las emisiones contaminantes de los coches y hasta 2031 para los camiones. Esto es cinco y cuatro años más tarde, respectivamente, de lo propuesto por la Comisión Europea.
El Pleno del Parlamento todavía tiene que votar el texto. Está previsto que este informe, que ha salido adelante con 52 votos a favor, 32 en contra y una abstención, se adopte durante la sesión plenaria de noviembre en Estrasburgo (Francia).
Posteriormente, el Parlamento y el Consejo de la UE tendrán que negociar la norma final de la norma Euro 7. Pero ya está claro que no será de tan pronta aplicación como lo que planteaba la Comisión.
Los países miembros -representados por el Consejo de la UE- fijaron el 25 de septiembre su postura negociadora, cuando acordó defender que se retrase a 2027 la entrada en vigor de la normativa Euro 7 para los coches y hasta 2029 las exigencias para los camiones (frente a 2025 y 2027 respectivamente, como propuso la Comisión hace un año).
EQUILIBRIO
El ponente de la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, el conservador checo Alexandr Vondra, defiende que el texto votado logra "alcanzar un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses vitales de los fabricantes". Vondra consideró que con su propuesta negociadora se respetan "los intereses de todas las partes involucradas" y se aleja "de posiciones extremas". Para los fabricantes europeos de vehículos, representados por la asociación ACEA, "es una mejora con respecto a la propuesta de la Comisión, pero aún se queda corta en aspectos clave".
La directora general de ACEA, Sigrid de Vries, defiende los vehículos que cumplen la actual normativa de límite de emisiones: "No debemos subestimar los enormes avances realizados por los fabricantes de vehículos europeos en la reducción de las emisiones contaminantes del transporte por carretera en los últimos años. Es sencillamente incorrecto describir los vehículos Euro 6/VI como altamente contaminantes, como hacen algunas partes interesadas. Las regulaciones Euro 6/VI han cumplido y siguen haciéndolo".
LÍMITES MÁS ESTRICOS
Los eurodiputados sí estuvieron de acuerdo con los niveles propuestos por la Comisión Europea para las emisiones contaminantes (como óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono y amoníaco) para los turismos y propusieron un desglose adicional de las emisiones en tres categorías para los vehículos comerciales ligeros en función de su peso.
El texto adoptado por los eurodiputados propone límites más estrictos para las emisiones en los tubos de escape de autobuses y camiones, incluidos niveles establecidos para las emisiones reales de conducción, según dijo la comisión parlamentaria en un comunicado.
Los eurodiputados quieren alinear las metodologías de cálculo de la UE y los límites para la emisión de partículas de frenos y la tasa de abrasión de los neumáticos con los estándares internacionales y éstos se aplicarían a todos los vehículos, incluidos los eléctricos.
El texto también incluye requisitos mínimos de rendimiento para la durabilidad de las baterías de coches y furgonetas más elevados que los propuestos por la Comisión. Los fabricantes aliviados, pero piden más mejoras.
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