Luis Landero recuerda su pasado como mecánico en 'El balcón en invierno'
El escritor desgrana los detalles de su última obra autobiográfica en una entrevista realizada en un taller.
Son muchos los famosos con pasado en el mundo de la reparación de coches. Desde Morgan Freeman o Johnny Depp, hasta el español Arturo Fernández son sólo algunos ejemplos de actores que cambiaron el mono y la grasa por los platós de cine y las cámaras. Pero no sólo en el mundo del séptimo arte encontramos ejemplos de este tipo. Incluso el cantante Robbie Williams ha asegurado que dejará la música para ser mecánico. También en la literatura, al menos en la española, hay escritores con pasado entre motores, aceite y ruedas.
Ese ejemplo lo encontramos en Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948). Licenciado en Filología hispánica por la Universidad Complutense, Landero se dio a conocer con 'Juegos de la edad tardía' en 1989, con el que fue Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa (1990), novela a la que siguieron 'Caballeros de fortuna' (1994), 'El mágico aprendiz' (1998), 'El guitarrista' (2002), 'Hoy, Júpiter' (2007)' y 'Retrato de un hombre inmaduro' (2010).
En su última novela, 'El balcón en invierno', el escritor extremeno se ve asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta años atrás, en otro balcón, con su madre. "Yo tenía dieciséis años, y mi madre 47. Mi padre, con 50, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor". La obra narra su infancia en el seno de una familia de labradores extremenos, y su adolescencia en el madrileño barrio de Prosperidad. Es también el relato de un chico de una familia en donde apenas había un libro y que se encontró con la literatura, donde, además, cuenta sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudiaba en academias nocturnas.
El programa 'Página Dos' de La2 ha entrevistado al escritor para hablar de su obra y ha escogido un taller de reparación como escenario para realizarla.
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