Impresoras 3D: ¿el futuro de la industria de recambios?
Podrían reducir el coste y el tiempo de entrega de las piezas metálicas del automóvil.
El de la impresión 3D es todo un mundo. Esta tecnología revolucionaria tiene ya múltiples aplicaciones, que en un futuro se ampliarán a campos como la alimentación o la industria automotriz. HP presentó recientemente una nueva impresora en tres dimensiones de gran formato capaz de imprimir piezas de metal. Según Cinco Días, podrán imprimir objetos metálicos con un volumen de hasta 430 x 320 x 200 milímetros.
La HP Metal Jet ofrece impresión 3D de metal en gran formato, lo que permitiría a los fabricantes de automóviles imprimir el chasis o bastidor de un vehículo en metal, en lugar de recurrir al proceso tradicional de producción. De momento, HP ya ha llegado a un acuerdo con Volkswagen para aplicar esta tecnología a la industria automovilística
De tener éxito, esta impresora podría revolucionar la industria del automóvil. Y no sólo en lo referente a los grandes grupos automotrices; también a compañías que actualmente no pueden permitirse fabricar piezas de gran tamaño de metal bajo demanda.
La HP Metal Jet tendrá un precio cercano a los 400.000 dólares por unidad. Un coste inasumible para un taller de barrio, pero que sí podría resultar rentable a medio/largo plazo a un fabricante de recambios o incluso a un grupo distribuidor. Desde HP aseguran que reducirá los costes de fabricación de muchas piezas y estructuras que a día de hoy son muy costosas de producir.
Además del coste, otra ventaja de las impresoras 3D en metal para el sector posventa sería la rapidez. Una manera exprés de fabricar las piezas de metal que componen un automóvil y que actualmente sólo se pueden conseguir encargándolas a fábrica.
En resumen, a día de hoy fabricar un coche íntegramente con una impresora 3D de metal es algo demasiado futurista, pero es mucho más factible imprimir diferentes partes del vehículo acabadas en metal bajo demanda.
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