La Guardia Civil clausura un nuevo taller clandestino de venta de carburantes en Burgos
En el interior se encontraron 16 depósitos de 1.000 litros cada uno y otro de 4.000 litros, de lo que parecía ser gasóleo.
La Guardia Civil ha precintado una nave en cuyo interior se comercializaban y dispensaban carburantes a particulares de manera clandestina, ya que el titular carecía de los permisos necesarios para desarrollar la actividad, en un polígono del Valle del Ebro, en la provincia de Burgos, informó ayer, 25 de marzo, la edición de Castilla y León de ABC.
Los agentes del orden consideran que se ha incurrido en una fraudulenta distribución y venta al por menor de combustibles, por lo que han tomado muestras de todos los depósitos, que han sido precintados, y también se ha intervenido diversa documentación, facturas y albaranes, además de levantar acta denuncia con todas las irregularidades y carencias detectadas, que se han remitido al Servicio Territorial de Industria de la Junta de Castilla y León en Burgos.
20.000 litros de gasóleo
En un comunicado de prensa recogido por Europa Press, la Guardia Civil asegura haber precintado 17 depósitos, que almacenaban 20.000 litros de gasóleo, y haber descubierto otras irregularidades, por las que se han levantado acta. El Seprona de Burgos sospechaba de la existencia de un negocio irregular de venta al por menor de carburantes para vehículos, por lo que se dirigieron a la nave industrial, situada en un gran polígono al noreste de Burgos, para su inspección. Frente a la empresa donde habían observado un inusual trasiego de vehículos, vieron tres automóviles esperando para acceder al local y, a simple vista, pudieron comprobar que un turismo repostaba combustible de un depósito de 4.000 litros de capacidad.
Graves deficiencias
Ante la presencia del propietario, que portaba dos carteras con 1.887 euros, el Seprona inspeccionó la instalación y verificó la presencia de 16 depósitos no homologados de 1.000 litros de capacidad cada uno y otro más de 4.000 litros, de lo que parecía ser gasóleo y que hacía las veces de surtidor.
El titular del establecimiento no pudo aportar documentación, autorización o permiso alguno de la actividad de despacho de carburante a particulares ni tampoco para su almacenaje, a lo que se suman graves deficiencias de seguridad, almacenamiento y señalización de seguridad, como carecer de medios de extinción de incendios y de retención de líquidos ante un posible derrame.
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