David Miranda, dueño del taller Mecánicas AMG: “Me llevo el trabajo a casa y reparo soñando”
Road House Brakes, a través de “Encuentros KM0” presenta la historia de este profesional con 20 años de experiencia que ha visto cumplido uno de sus sueños, trabajar en su propio taller.
La vocación reparadora de David despertó desde niño, cuando arreglaba los coches de juguete de sus hermanos con diversos objetos que encontraba por casa, ya fuese un clip, una varilla, etcétera. Para fomentar su ilusión por el mundo del automóvil, sus hermanos, mayores que él, le compraban maquetas de coches, que montaba y pintaba. Su hermano, posteriormente, se las quemaba y él volvía a hacerlas.
David empezó a trabajar contratado como mecánico en 2009 y pronto se dio cuenta que la gente acudía al taller más por su trabajo que por el nombre del taller, de forma que decidió invertir todo el dinero que tenía (ahorros, paro, etcétera) en abrir su propio del taller, empezando desde cero. Quería que mi taller se llamara AMG, porque mi hijo mayor se llama Álvaro Miranda García. Cuando tuvimos al segundo, mi mujer me preguntaba “¿cómo le llamamos?”, y yo la respondía “como quieras, pero que empiece por A”, y le explicaba que su nombre de pila debía corresponderse con la primera sigla del taller, por lo que le llamaron Adrián.
Señala David que reparan “mucha mecánica gorda, muchas revisiones del día a día. La verdad es que hacemos de todo. Coche que viene, coche que se tiene que reparar, esa es nuestra idea”.
Asegura, además, que muchas noches se acuesta con la incógnita de qué hacer, si crecer y expandirse, para pasarlo a sus hijos en caso de que se quieran dedicar a la mecánica, o quedarse tal cual. También que se lleva el “trabajo a casa” y los “repara soñando”.
Cuenta David que le gustan todos los coches, aunque reconoce que hay algunas marcas a las que tiene un poco más de manía, porque son más complicadas de trabajar. Pero lo coches que más le gustan son los antiguos, los clásicos, a los que le gusta dar su toque personal para que el cliente se vaya satisfecho. Comenta que el mismo tiene un Volkswagen Golf G60, aunque, con los niños, no tiene tiempo para él, pero sueña con el día que sus hijos quieran montar en él para volver a ponerlo en marcha.
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