Aspectos a tener en cuenta antes de que el coche pase la prueba de gases de la ITV
Si el coche emite humos negros evidentes cuando acelera, es probable que no supere esta prueba.
Desde que entró en vigor el nuevo reglamento de reformas de las ITV, la prueba de gases se ha hecho más estricta. Es una de las causas que provocan mayor número de coches rechazados durante la inspección y, por ello, es muy importante saber en qué consiste la prueba y qué factores elevan las emisiones, de cara a corregirlos antes de que los vehículos de los clientes acudan a pasar la ITV.
Según señalan desde Kraft Auto, en el caso de los vehículos con motor diésel, una de las pruebas clave para pasar la inspección es la de opacidad. En esta prueba se mide la opacidad de los gases de escape mediante el uso de un opacímetro, es decir, cuántos humos negros emite el vehículo.
La prueba consiste en acelerar el vehículo a fondo y se realiza tres veces, para luego calcular la media de las tres mediciones. Si vemos que el coche del cliente emite humos negros evidentes cuando se le da un acelerón, es probable que no pase esta prueba.
También hay que saber que los límites de opacidad establecidos no son los mismos para todos los automóviles. Así, para los vehículos que ya incluyan una pegatina de opacidad en el que el fabricante define el coeficiente de absorción, el límite vendrá marcado por el mismo fabricante.
En el caso de los vehículos sin pegatina de opacidad, los límites son estos: Para los vehículos Euro 6 y Euro VI: 0,7. Para los matriculados a partir del 1 de julio de 2008: 1,5. Para los matriculados antes de esa fecha: 2,5 (diésel atmosféricos) o 3 (diésel turboalimentados). Los automóviles matriculados antes del 1 de enero de 1980 están exentos de la prueba.
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