Consejos para la iluminación en el taller
Hasta el 90% de la información se percibe a través de la vista. Una buena iluminación, además de mejorar la visibilidad, suele asociarse con la fiabilidad. El taller debe combinar el uso de la luz natural y artificial, según las recomendaciones de Standox. La marca de pinturas destaca la importancia de una luz lo más parecida posible a la natural, para igualar con exactitud el color de los vehículos.
Cada zona del taller tiene unas necesidades y necesita una solución de iluminación diferente: la zona de recepción de los clientes, las cabinas, el espacio dedicado a los vehículos… Es clave que la fuente de luz no fluctúe ni deslumbre, para evitar reflejos y errores.
Pero una buena iluminación no es suficiente sino que el color de la luz es otro de los factores a tener en cuenta. Standox señala que la luz debe tener una temperatura del color de entre 5.300 y 6.500 grados Kelvin, una composición similar a la solar.
La mayoría de los talleres utilizan tubos fluorescentes, un tipo de lámparas con una duración media de 10.000 horas. La calidad de la luz se puede mejorar con unas medidas relativamente sencillas, como usar lámparas fluorescentes con reflectores.
En el sector de la iluminación también han surgido innovaciones, como los balastros electrónicos de nueva generación o las lámparas de mayor eficiencia energética que permiten tener una buena iluminación sin que suba mucho la factura.
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