Siete cambios estructurales en la posventa postcoronavirus

La consultora McKinsey & Company ha analizado la nueva dinámica que podría marcar a este sector de la automoción tras la pandemia, con independencia de la demanda.

¿Cuándo recuperará el mercado de la posventa los niveles previos a la crisis? / Redacción Infotaller
Redacción

08 de septiembre 2020 - 17:07

La crisis del coronavirus ha marcado un antes y un después en la actividad de la posventa de automoción. Aunque los principales actores tienen la mirada puesta en la actual crisis, es importante tener en cuenta los retos a los que deberá hacer frente el sector en el medio y largo plazo. La consultora McKinsey & Company ha realizado un artículo, del que se hace eco la Asociación Española de Profesionales de Automoción (Asepa), en el que se plantea si la pandemia puede llegar a cambiar la estructura y la dinámica de esta industria, y cuándo podrán recuperarse los niveles previos, aquellos correspondientes a la actividad en 2019. En este sentido, destaca la lenta y progresiva recuperación del sector en una sociedad en la que podría mantenerse un kilometraje bajo por vehículo, lo que repercutiría directamente en los datos del mercado de la posventa.

En el lado opuesto, el uso preferente del vehículo privado en detrimento del transporte público favorecerá en el largo plazo la demanda del mercado de posventa. Esta situación sumada al incremento de la edad media del parque de vehículos, aumentará el número de reparaciones y entradas en el taller.

La consultora destaca que, más allá de los niveles de demanda, la estructura fundamental de la industria del mercado de posventa podría cambiar, siendo especialmente notable en relación al parque de vehículos, los canales digitales, la cadena de suministros, la automatización, las preferencias del consumidor, los cambios de preferencia de transportes y la competencia.

El parque de vehículos

El parque automovilístico es el centro del mercado posventa, representando cada año aproximadamente entre el 45% y el 50% de su crecimiento. Este 2020, sin embargo, la crisis del coronavirus ha frenado las ventas de coches, que amplían el parque entre el 6% y el 10%, impactando además en el canal posventa.

El mercado del recambio original caerá y el mercado independiente podría disminuir su tamaño en 2025 como consecuencia de la reducción de las ventas de nuevos vehículos, cayendo la demanda de reparaciones a los cinco años.

Los canales digitales

Son muchas las empresas que han optado por el comercio electrónico y el impulso de los canales digitales, por ejemplo para la compra de piezas, lo que puede suponer una oportunidad emergente para nuevos modelos de negocio o servicios.

La cadena de suministros

Estas pueden variar si los distribuidores optan por fuentes más cercanas que ofrezcan un servicio con menos interrupciones.

La automatización

Los procesos en los centros de distribución y almacenes podrán automatizarse a fin de evitar interrupciones futuras a causa de la mano de obra.

Las preferencias del consumidor

Los profesionales deben adaptarse a las nuevas preferencias y gustos de los consumidores, lo que podría traer nuevas ofertas de servicios y nuevos canales de ventas.

El cambio de preferencias de transporte

El uso del automóvil particular aumentará en detrimento del transporte público, lo que mejorará la ratio de kilómetros recorridos por el vehículo.

La competencia

La nueva situación económica derivada de la crisis del coronavirus podría dejar fuera del mercado a pequeñas empresas y distribuidores, cambiando el panorama competitivo.

En conclusión, McKinsey & Company sugiere que Europa podría enfrentarse a una situación complicada si la crisis sanitaria continúa y la economía empeora en los mercados más débiles.

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