Caída de las ventas de coches diésel... también en Europa

Los conductores europeos cada vez muestran menos interés por los coches de gasoil. Así, en lo que va de año la cuota de mercado es tan solo del 49,7%, produciéndose hasta el 3,1% de caída en abril. Los utilitarios, compactos y monovolúmenes pequeños son los que más han sufrido este descenso.

Esta tendencia también se hace patente en nuestro país. En enero de 2016 las matriculaciones de turismos diésel supusieron el 61,3% del total, mientras que en abril alcanzaron el 56,5%, cinco puntos de caída en sólo cuatro meses.

Esto contrasta con el hecho de que el parque turístico español sigue siendo, según la DGT, a cierre de 2014, eminentemente diésel: de los 22,02 millones de coches, 12,32 millones eran de gasoil y 9,70 millones, gasolina.

Entre los factores que han llevado a esta situación está el hecho de que los gobiernos de la UE han promovido la compra de motorizaciones diésel. Para ello, han ofrecido incentivos fiscales y un bajo precio del combustible que ha hecho, hasta ahora, más atractiva la compra a los usuarios.

Sin embargo, las, cada vez mayores, medidas restrictivas sobre la circulación de coches con este tipo de motores, sumado a los escándalos de emisiones como el de Volkswagen, ha dado lugar a un importante cambio del panorama.

Además, la eficiencia de los actuales motores de gasolina y la llegada de combustibles alternativos han ayudado a cambiar la tendencia de estos años.

Los analistas señalan que la cuota de mercado para motores diésel disminuirá hasta el 35% hacia 2027, teniendo en cuenta las nuevas políticas que pretenden prohibir el uso de este tipo de carburantes enmuchas ciudades.

París, Austria y Noruega se han marcado ya el 2020 como fecha límite. Londres, por su lado, pretende elevar la tasa de circulación. En Alemania, esperan poner en marcha las nuevas medidas que se ajusten a la normativa Euro 6 para 2017. Holanda, en el 2025 prohibirá la venta de cualquier vehículo impulsado por combustibles fósiles y solo permitirá la de los coches eléctricos.

Por su lado, Barcelona se ha fijado 2018 como fecha para prohibir la entrada a los vehículos diésel más antiguos y contaminantes, y su intención es ampliar dicha medida al área metropolitana.