Averías habituales en el sistema electrónico de los coches
El fallo puede proceder del propio UCE, de los sensores o de los actuadores.
La parte electrónica de los vehículos cada vez cobra más importancia. Sensores, Adas, neumáticos, son muchos los elementos que dependen de este sistema y como los componentes mecánicos, también son susceptibles de sufrir averías.
La Unidad de Control Eléctrico (UCE) recoge la información de los sensores electrónicos que están instalados en el automóvil para determinar el tipo funcionamiento que deberá aplicarse a otros elementos mediante la conexión o la desconexión de los actuadores, explican desde Ro-Des. Las averías que pueda sufrir dependerán de los sensores y actuadores con los que cuente el coche. De este modo, podrán proceder de la propia UCE, de los sensores o de los actuadores.
En cualquiera de los casos, será imprescindible contar con un equipo de diagnosis
En el primer caso, será imposible arrancar el vehículo y la principal causa suele ser que la unidad se ha desprogramado. Lo más recomendable es sustituirla por una nueva que habrá que reprogramar. Una actuación que, dependiendo del modelo, puede superar los 600 euros.
En cuanto a los actuadores, un fallo en ellos generará una pérdida de potencia del motor y, del mismo modo que con la UCE, habrá que sustituirlo. Dependiendo de la ubicación del actuador la bajada del rendimiento será más o menos notable.
Por su parte, los fallos en los sensores, señalan, se traducirán en fallos y deficiencias de funcionamiento del motor, que en ocasiones podría dejar de funcionar o presentar dificultades para su puesta en marcha.
Algunos de los sensores que mayores fallos provocan en el sistema son: el sensor de revoluciones, el medidor de la presión del combustible y el sensor que mide la dosificación en la bomba de alta presión del vehículo. En el caso de que fallase el sensor de revoluciones del motor, éste dejaría de funcionar o directamente sería imposible ponerlo en marcha.
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