El inflado correcto de neumáticos puede ahorrar hasta 50 euros al año
Presiones bajas combinadas con calor elevado disparan la factura de carburante en una media del 7%.
La subida de temperaturas en verano afecta a las cubiertas de casi 3 de cada 4 turismos en la red viaria española, según alerta Grupo Andrés. Así, la combinación de neumáticos con presiones bajas y el calor elevado incrementa la factura de carburante en una media del 7% además de comprometer la seguridad.
Los automovilistas españoles, según los datos que maneja este distribuidor, están quemando, de media, 50 litros de gasolina o de gasóleo cada año por no llevar los neumáticos de sus turismos con las presiones recomendadas por el fabricante del vehículo. Esto supone más de 775 millones de litros de carburante consumidos inútilmente, lo que significa unos 1.050 millones de euros quemados cada 12 meses, además de un aumento de la contaminación.
“El derroche innecesario de carburante es uno de los factores que debe animar a los automovilistas a comprobar el nivel de inflado de los neumáticos de modo sistemático” comenta el director general de Grupo Andrés, Eduardo Salazar. “Menos de 2 minutos en el taller especializado en neumáticos o en la estación de servicio ahorran hasta 50 euros de carburante cada año”. Basta, según recomienda este distribuidor, con revisar las presiones de inflado cada 2 o 3 semanas, para evitar este gasto de más.
Los neumáticos con un inflado deficiente exigen un esfuerzo extra al motor lo que genera un desgaste prematuro en los hombros del dibujo de la banda de rodadura. Dicha deformación incrementa la temperatura de funcionamiento del conjunto y acelera el envejecimiento, lo que debilita su resistencia a los pinchazos y a los impactos con cualquier socavón.
Los riesgos de reventón llegan a multiplicarse por 3 en aquellos automóviles que equipan cubiertas con presiones hasta 0,5 atmósferas por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo, recuerda Grupo Andrés.
Además, los neumáticos con más kilómetros sobre sus lonas y con presiones más bajas son especialmente derrochadores de carburante, además de ser potencialmente más peligrosos. El envejecimiento de estas cubiertas se acelera al rodar sobre asfaltos recalentados, aumentando su vulnerabilidad a pinchazos y reventones.
Archivado en
No hay comentarios