Siete de cada 10 coches circularán en Semana Santa con neumáticos en mal estado

Más de 5 de los 7 millones de coches (más del 70%) que circularán en la Semana Santa 2015 el asfalto con, al menos, un neumático mal preparado para enfrentarse a los cientos de kilómetros del viaje y a las temperaturas en alza, según Grupo Andrés.

Las cubiertas con más de 5 años de o con más de 45.000 kilómetros "plantean graves problemas de adherencia y de frenada en cualquier superficie deslizante", advierte el distribuidor.

Dichos problemas se agravan, recuerda, si ruedan con presiones inferiores a las recomendadas por el fabricante del coche. Casi el 7,5% de los turismos que viajarán durante estos días lleva, al menos, un neumático con 0,5 atmósferas menos de la presión recomendada. Dicho descuido triplica el riesgo de reventón cuando se rueda por autovía o carretera con el coche repleto de pasajeros y equipaje.

La combinación de cubiertas desgastadas, con menos de 1,6 milímetros de profundidad de dibujo en la banda de rodadura, y presiones de inflado por debajo de lo recomendado aumenta la peligrosidad de marcha del coche.

Por otro lado, para el distribuidor, el parque automovilístico español "ha envejecido a un ritmo alarmante": el 50% de los coches en circulación ya tiene más de 11 años. "Los neumáticos de esos mismos coches siguen idéntico proceso, se ha pasado de renovar 1,2 neumáticos por coche y año, que es el valor idóneo, a renovar menos de 0,82 neumáticos por coche y año", asegura.

Grupo Andrés recuerda que los automovilistas que circulan con neumáticos al límite del desgaste, con menos de 1,6 milímetros de espesor de goma en su banda de rodadura, pueden ser multados por la Guardia Civil y tener problemas de cobertura por parte de los seguros en caso de accidente.

Con este panorama, el distribuidor da una serie de recomendaciones a los conductores para estas vacaciones. La primera de ellas se centra en la revisión de los neumáticos y la vigilancia de las presiones, aunque realiza algunas sugerencias suplementarias que van desde llevar un pequeño equipo de supervivencia (ropa de abrigo y protección contra la lluvia, bebida y algo de comida), hasta programar distracción para los pasajeros de menor edad, pasando por realizar descansos cada 200-250 km o revisar los niveles de aceite, refrigerante y líquido limpiaparabrisas.