La influencia de las reparaciones de chapa en los trabajos de pintura
La Cesviteca, portal de información técnica de Cesvimap, explica cómo influyen los trabajos de chapa previos en el repintado final.
Con la colaboración de Cesvimap, damos paso a una información técnica incluida en la Cesviteca, su portal de información técnica, que puede servir de ayuda a los profesionales del taller. En concreto, se ofrece información técnica sobre la influencia de las reparaciones de chapa en los trabajos de pintura.
Cuando finaliza trabajo de chapa y pintura en un vehículo que ha sufrido daños, de mayor o menor intensidad, la tonalidad del color y el brillo del barniz destacan por encima de otros aspectos de la reparación. Debajo de las capas finales de pintura quedan ocultas muchas horas de trabajo destinadas a la reparación de la chapa, y que afectarán directamente a la preparación de las pinturas de fondo.En los últimos años, la técnica más utilizada por los talleres para la reparación de chapa es la de tracción, en sustitución de la más tradicional mediante tas y martillo. Como existen ciertas diferencias entre las dos técnicas, repasaremos los trabajos de pintura, por si hubiera disparidad en cuanto a tiempos y materiales necesarios para alcanzar la máxima calidad.
De la chapa a la pintura
La peritación de un siniestro de chapa es independiente a la de pintura; es decir, se realizan por separado. En los procesos de reparación, lo más habitual es que los de chapa y pintura sean efectuados por personas diferentes, cada una experta en su materia, pero que se aúnan en una doble misión: alcanzar la máxima calidad del trabajo y obtener la más alta rentabilidad en las reparaciones.
Por tanto, las operaciones de chapa y pintura deben ir de la mano, siendo necesaria la correcta terminación y supervisión de las de chapa, por parte del jefe de taller, antes de pasar al área de pintura, para que, de esta manera, el pintor comience su labor en óptimas condiciones.
Técnicas y calidades de reparación
El pintor revisará también los trabajos efectuados por el chapista, observando el estado de la reparación, y determinando el proceso de repintado a seguir. Dependiendo del estado conseguido en el desabollado de la chapa, se podrán distinguir tres procesos de reparación.
Trabajos mediante equipos de tracciónEsta técnica de reparación suele dejar pequeñas crestas y valles, formando ‘dientes de sierra’, que serán apreciados al pasar la mano por la superficie reparada. Esta reparación de la chapa hace que el pintor invierta más tiempo de intervención en los trabajos de pintura.
Repaso de chapa con tas y matilloCuando el chapista utiliza tas y martillo suele dejar la superficie de la chapa con mayor calidad, consiguiendo un elevado grado de uniformidad y, por tanto, el pintor empleará menos tiempo y menos materiales durante la reposición de las pinturas de fondo.
Reparación combinadaDe manera usual, el chapista suele combinar ambas técnicas de reparación e, incluso, algunas otras más, como usar palancas, aportar calor, utilizar adhesivos de silicona, etc. Esta combinación de técnicas hará que se aprecie una calidad óptima en la reparación, más cercana a la conseguida mediante el repaso con tas y matillo, con unos tiempos de trabajo en pintura adecuados a ella.
¿Qué partes del proceso se verán más afectadas por una reparación de la chapa no del todo óptima?Una reparación que no sea del todo optima en la chapa repercutirá sobre todo en la preparación de fondos y también, aunque en menor medida, en los procesos de embellecimiento.
Preparación de fondos La preparación de los fondos es la fase con mayor dependencia de la reparación de chapa, pudiendo afectar a:
- Mayor superficie en el lijado de los bordes de la reparación.
- Posibles aplicaciones de masilla de relleno (reenmasillados)- Incremento de los espesores de masilla, una vez lijada, debido a las deformidades de la chapa.- Aumento del número de manos y del espesor del aparejo aplicado para subsanar las imperfecciones.Aplicación de acabadosHabrá una menor repercusión sobre los trabajos de acabado, manifestándose en la posible bajada de la calidad.- Superficies irregulares en la reparación, formando aguas u ondulaciones.- Marcado o mermado alrededor del parche de la masilla (rechupado).- Posibles mermas de brillo en el acabado final, por exceso de espesor de los fondos.Además, se verán afectados otros dos parámetros muy importantes en las reparaciones de pintura: los tiempos y los materiales empleados.Tiempos de trabajo- Ligero incremento de tiempo en los trabajos de fondos; fundamentalmente, aumentarán los tiempos de enmasillado y de lijado.- Incremento en los tiempos de secado del aparejo, al tener que aplicar un mayor espesor.- Posible incremento de tiempos empleados en la eliminación de los defectos aparecidos en el acabado final.Materiales empleados-Pequeña subida en el consumo de materiales en la parte de fondos: masillas de relleno, imprimaciones y aparejos.- Ligero consumo en anexos de pintura, como abrasivos y productos de enmascarado, teniendo en cuenta que estos materiales son los más económicos en el proceso de pintado.El estado de una reparación antigua ¿afectara en el proceso de reparación de una nueva?Cuando el pintor inicia el proceso de repintado sobre una pieza dañada valorará positivamente que la pintura sea la original, o que tenga poco espesor, ya que, de esta manera, el nuevo pintado será menos farragoso, si lo comparamos con aquellas piezas que sumen varios repintados. Además, el nuevo proceso de repintado se verá afectado por la calidad de la reparación.Reparación antigua bien realizadaSi la reparación de la chapa es adecuada, el pintor simplemente deberá acometer, tras la limpieza y el desengrasado, un breve lijado de bordes, seguido de la aplicación y lijado de una mano fina de masilla y, para terminar la reparación, el aparejo sobre la superficie reparada.Si el daño es simplemente un arañazo, puede que, con la aplicación únicamente de la imprimación fosfatante y del aparejo, se alcancen las micras necesarias para rellenar el daño, y dejar preparada la superficie para su pintado. Reparación antigua mal realizadaSi el pintor se encuentra con una antigua reparación, donde las abolladuras o los arañazos profundos están mal reparados, empleará más tiempos y más materiales en restaurar los trabajos de fondo.Consideraremos malas reparaciones de carrocería aquellas en las que el pintor, para conseguir nivelar la diferencia entre las zonas más altas y más bajas, tenga que dejar aplicada una capa de masilla superior a 500 micras, una vez lijada. Estos espesores solo se darán en casos únicos y zonas muy puntuales.ConclusionesLas reparaciones de carrocería mediante técnicas de tracción proporcionan una calidad superficial, algo inferior a la obtenida con las efectuadas mediante tas y martillo. Los tiempos y los materiales que se requieren son ligeramente superiores.Utilizando las técnicas de reparación adecuadas a la configuración y accesibilidad de las piezas, los márgenes serán aceptables tanto en las reparaciones de chapa como en las de pintura.De manera consecuente, el Baremo Tiempos y Materiales de pintura CESVIMAP contempla los trabajos de fondos con la calidad adecuada, con espesores máximos de 500 micras de masilla, en zonas puntuales y, una vez lijada, aceptando todas las técnicas de reparación de la chapa.Una mala reparación de la chapa, ya sea por utilización de técnicas inadecuadas, o por el escaso tiempo dedicado a la reparación, repercutirá negativamente en la perdida de eficiencia del área de pintura.
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