Recuperación de una óptica de faros xenón

Con la colaboración de Cesvimap, damos paso a una información técnica incluida en la Cesviteca, su portal de información técnica, que puede servir de ayuda a los profesionales del taller. En concreto, se ofrece información técnica sobre cómo recuperar la óptica interior de un faro de Xenón de forma práctica y sencilla.

Los faros son piezas claves en la seguridad activa del automóvil. Concebidos para iluminar el camino, han llegado a convertirse en auténticos artículos de diseño, por cuanto marcan inconfundiblemente el estilo de cada vehículo. Con el paso del tiempo van perdiendo la características originales y reciben pequeños impactos que, en algunos casos, los hacen quedar inservibles. A continuación se muestra, de forma práctica y sencilla, cómo recuperar la óptica interior de un faro de Xenón.

El faro es el elemento usado para iluminar; es decir, desde el principio de su uso es el que ha servido para conocer lo que sucede alrededor del vehículo y anticiparse a todo tipo de situaciones, sobre todo a medida que los vehículos han adquirido más velocidad.

Por otro lado, el diseño de los vehículos ha evolucionado de manera que los faros, pilotos delanteros y traseros han tendido, durante la última década, a situarse en posiciones más elevadas de la carrocería, progresando a la par que el vehículo y siendo piezas muy importantes para la conducción segura, ver y ser vistos.

Al convertirse en piezas de alta tecnología, su precio se dispara en la mayoría de los casos; se componen de carcasa, ópticas reflectoras, elementos electrónicos y tulipa exterior. Cuando se deteriora alguno de estos elementos se procede a su sustitución completa. Existen en el mercado piezas de recambio para sustituirlas y también hay medios de reparación como el que se muestra a continuación.

Los reflectores de los faros son piezas cromadas que, en sus inicios, eran de acero. Fueron sustituidos por plástico termoestable >UP-GF<; con la aparición del xenón y los led últimamente se fabrican de termoplástico >ABS<.

En este caso, los faros tienen el reflector deteriorado. El cromado ha ido perdiendo la capacidad de reflexión debido al efecto de la bombilla. Para recuperar el cromado es necesario separar la tulipa exterior de la carcasa.

Una vez desmontados los faros del vehículo y extraídas las bombillas, se meten en el horno durante media hora a 90 ºC.

El adhesivo que une la tulipa a la carcasa se reblandece y se pueden separar fácilmente.

Se desmonta la óptica del xenón para separar todos los accesorios del reflector.

Una vez desmontados los reflectores, se observa el deterioro que ha sufrido el cromado, debido al efecto de la lámpara.

Utilizando un Scotch Brite rojo, se procede al lijado interior; la fina capa de cromado desaparece fácilmente y, a continuación, se realiza una limpieza con un disolvente que no ataque al plástico (alcohol).

Se aplican dos capas de pintura negra brillante.

Una vez seca la pintura, se aplican 4 capas de pintura cromática, húmedo sobre húmedo, controlando la tixotropía del producto para que no se descuelgue.

Para finalizar, se aplican dos capas de barniz; esto aporta protección a la pintura y, a la vez, realza el efecto espejo con el brillo, mejorando la proyección de la luz.

Después del secado del barniz, se procede al montaje de todos los accesorios.

El pegado de la tulipa se realiza después de limpiar a fondo todo el interior de la carcasa y la tulipa, utilizando un adhesivo de butilo. Se coloca el cordón por todo el contorno del faro, se realiza presión para colocar las grapas y se introduce en el horno a 90 ºC, durante 15 minutos; de esta forma, se reblandece el adhesivo y se adhiere firmemente a todo su perímetro.

Una vez montados los faros sobre el vehículo, se ajustan y se comprueba la intensidad lumínica. Como se observa en el gráfico del regloscopio, se han recuperado los niveles de origen.