Consejos para comprar una silla de coche para bebé

¿Cuál es la mejor silla de coche para mi bebé? ¿Qué sistema de retención es el más adecuado? ¿Hasta qué edad debe viajar mi hijo/a en la silla infantil? Son las preguntas habituales que se hacen los padres cuando van a tener un bebé y necesitan desplazarse en coche.

Para ayudarte a despejar dudas, te proponemos algunas recomendaciones útiles para adquirir el mejor modelo, desarrollando todos esos aspectos que traen de cabeza, sobre todo, a los “padres primerizos”.

¿Es mejor comprar una silla de coche a contramarcha?

Los niños son más vulnerables en un accidente de coche que los adultos, por eso precisan de una consideración mayor y de una revisión constante de las medidas de seguridad.

Las sillas de coche a contramarcha son más adecuadas porque los bebés concentran mayor relación de peso en la cabeza con respecto al resto del cuerpo, lo que hace que, si la silla se coloca en dirección de la marcha y se produce un accidente, existan más posibilidades de sufrir daños graves tanto en la misma cabeza como en el cuello.

Factores a tener en cuenta antes de comprar

A continuación entramos a conocer en profundidad qué factores o aspectos son los más determinantes a la hora de comprar una silla de coche infantil. En cualquier caso, todos estos condicionantes deben responder a dos objetivos principales con esta compra: garantizar la comodidad y la seguridad de los pequeños.

Por ley, los menores con altura igual o menor a 1,35 metros deben viajar siempre en un dispositivo de retención infantil homologado. Además, este debe colocarse en los asientos traseros.

Sistemas Isofix y compatibilidad con tu modelo de coche

El sistema Isofix es el más recomendado por la Dirección General de Tráfico. Se trata del sistema de instalación de sillas de coche más segura, de modo que es importante que la silla que adquiramos en el mercado lo incluya.

Los anclajes Isofix proporcionan mucha estabilidad en caso de impacto lateral y central y logran mantener el asiento en su sitio, incluso cuando el niño no está encima de él. Este sistema cuenta con dos anclajes o anillas que forman parte de la carrocería del vehículo, a los que se engancha la silla directamente a través de unas barras rígidas. Estas barras se anclan a las anillas, y deben estar bien ancladas (durante la instalación debe sonar un clic).

Este sistema se incorpora en las sillas más pequeñas, las que forman parte de los grupos 0, 0+ y 1 de la anterior normativa R44. Para sillas más grandes, lo habitual es complementar los anclajes Isofix con el cinturón de seguridad.

Homologación (R44 o R129)

Este punto es también importante porque hace referencia a la normativa de los sistemas de retención infantil. La R44 era la normativa aplicable hasta el año 2018. Desde el año 2013 hasta el fin de aplicación de R44, esta convivió con la normativa ECE R129 o i-Size.

En la actualidad, la normativa R129 está ya desarrollada en todas sus fases, luego la legislación obliga al fabricante de sillas a indicar la altura y peso indicados para su uso. Hasta el año 2018 convivieron la clasificación de las sillas por grupos (0, 0+, 1, 2 y 3), con la clasificación i-Size, por intervalos de altura y peso.

Esto convierte a todos los asientos en universales y establece unas medidas máximas para los sistemas de retención infantiles. A su vez, la normativa i-Size incorpora un test obligatorio de impacto lateral que era inexistente en la normativa ECE R44.

La norma i-Size es compatible con el anclaje Isofix. Con la entrada en vigor de esta normativa, los niños de hasta 105 centímetros deberán usar de manera obligatoria un sistema Isofix y los sistemas de retención infantil solo pueden instalarse con este sistema de anclaje.

Grupo

Los grupos eran el modo de clasificar los diferentes sistemas de retención infantil en la anterior normativa ECE R44. Se diferenciaban hasta cuatro grupos: 0 y 0+, 1, 2 y 3, y niños con más de 135 centímetros de altura.

Para el grupo 0, la silla debía ir en sentido contrario a la marcha en el asiento trasero aunque también servían capazos en sentido transversal a la marca. Los pequeños formaban parte de este grupo desde su nacimiento hasta que alcanzaban los 13 kilos de peso.

En el grupo 1 se incluían los niños con un peso comprendido entre 9 y 18 kilos, que debía viajar en una silla anclada al vehículo con cinco puntos de anclaje. Los grupos 2 y 3 son los que incorporan a pequeños con pesos comprendidos entre 15 y 36 kilos, que viajaban con asientos y cojines elevadores que se usaban con el cinturón de seguridad.

Finalmente, para los niños con una estatura superior a los 135 centímetros, la cuestión del peso era irrelevante y el sistema de retención apropiado era el cinturón de seguridad, aunque en caso de que el cinturón rozara el cuello sí debían usar una silla homologada.

Instalación de cara a la marcha o en contra de la marcha

Con la normativa ECE R44, los niños podían ir en colocados en sillas en sentido de la marcha a partir de los 9 kilogramos. La normativa i-Size eleva esta acción hasta los 15 kilogramos, es decir, con i-Size se pretende ganar en la seguridad de los más pequeños.

En cualquier caso, la Dirección General de Tráfico se ha mostrado a favor de las sillas a contramarcha hasta que los niños cumplan cuatro años.

Reclinación y ajuste en altura

Este punto es interesante porque las sillas a contramarcha absorben una mayor intensidad el impacto, envolviendo y protegiendo el torso e impidiendo su movimiento hacia la parte delantera del vehículo (como ocurriría ante el mismo impacto a favor de la marcha, en el que el torso saldría despedido hacia delante siendo retenido por el arnés en contra de una fuerza elevada).

Por este motivo, además de tensar correctamente las correas del arnés al sentar y abrochar al niño en la silla, es vital que el arnés esté a la altura correcta en relación a los hombros del pequeño: a ras del hombro y en línea recta, que quede perpendicular a la parte posterior del hombro.

¿Tiene pata de apoyo? ¿Cabe en tu coche?

La pata de apoyo es un tercer punto de anclaje que apareció en el mercado tras la puesta en marcha del sistema de anclaje Isofix. El ascenso en la popularidad de las sillas de coche en el sentido contrario a la marcha ha propiciado también el crecimiento de estas patas de apoyo.

El origen de este sistema de retención es el mismo que el de Isofix y su objetivo era servir de elemento antirotacional. Este dispositivo es una pata metálica que parte de la zona anterior de la base de la silla y mantiene fija su distancia al suelo. Muchos vehículos no están adaptados para soportar la presión que ejerce este dispositivo sobre la superficie.

La pata de apoyo debe estar bien siempre bien instalada, en contacto y presión con la base sólida del coche. En caso de que se cambie la silla del coche, habrá que reinstalar de nuevo la pata de apoyo en el otro vehículo.

Con respecto al tamaño de la silla, en caso de ir a contramarcha, muchos padres piensan que el pequeño no tendrá espacio suficiente para colocar sus piernas de forma cómoda cuando vaya creciendo. La realidad es que, si su peso y estatura se ajusta al sistema de retención infantil, en ningún caso irán incómodos, sufrirán lesiones o se les dormirán las piernas.

Otras recomendaciones

Un último aspecto a considerar a la hora de comprar una silla de coche para el bebé y garantizar la seguridad infantil es contar con un cuarto punto de anclaje. Con el método SecureGuard se añade este punto extra de anclaje, que se fija al cinturón de seguridad. Sobre las pelvis del pequeño se sitúa este SecureGuard que se ancla al cinturón y distribuye mejor la fuerza del impacto en colisiones frontales.

Estas recomendaciones te van a resultar de gran ayuda a la hora de adquirir una silla de coche para bebé, esperamos, pues el mercado ofrece un sinfín de modelos a todo tipo de precios. Yendo a ciegas, sin un poco de asesoramiento, puede que encuentres dificultades para escoger la silla que más se adapte a tus necesidades.

Fuente: https://Sillascontramarcha10.com