Qué características tienen los amortiguadores de gas

Una de sus ventajas es que favorece la conducción al mejorar la adherencia de los neumáticos al asfalto.

Los amortiguadores más habituales son los hidráulicos y los de gas / Redacción Infotaller
Redacción

29 de octubre 2019 - 12:02

Los amortiguadores ofrecen confort y seguridad a la conducción, ya que absorben oscilaciones y compresiones del muelle y ejercen la misma presión que reciben de la carrocería con el fin de mantener las cargas verticales sobre la rueda y mejorar la adherencia de los neumáticos. Con ello, aumenta la estabilidad del vehículo en diversas situaciones.

Entre estos dispositivos, explica Loctite en un post que publica en su blog, los más habituales son los hidráulicos (o de aceite) y los de gas. Aunque estos últimos también incorporan aceite en su interior, se diferencian en la introducción de gas nitrógeno para conseguir un cierto comportamiento del amortiguador.

Ambos poseen en su interior un pistón que se desplaza entre distintas cámaras de aire, aceite y/o gas. Estos fluidos van de una cámara a otra a través de pequeños orificios, con lo que se genera una amortiguación que depende del diámetro de dichos orificios y del fluido que haya en las cámaras.

El artículo destaca que el muelle junto al que se montan los amortiguadores absorbe la oscilación de la carrocería cuando se contrae y la energía cinética derivada, con lo que el pistón alojado en el interior del amortiguador se desplaza y transforma dicha energía en calor.

El calor hace puede hacer que bulla el aceite y, como consecuencia, perder eficacia de amortiguación y adherencia. Por este motivo, los amortiguadores de gas también utilizan nitrógeno, con lo que el calor absorbido por el fluido es eliminado a través del mecanismo hidráulico.

Pese a que los amortiguadores de gas y los de aceite poseen la misma estructura de montaje y similar modo de funcionamiento, su rendimiento tiene algunas diferencias relacionadas con el tipo de fluido que tienen en su interior.

No obstante, los de gas tiene ventajas como el hecho de favorecer la conducción mejorando la adherencia de los neumáticos al asfalto y minimizar la formación de burbujas, aunque no eliminan del todo el riesgo de que el aceite llegue a su punto de ebullición (el nitrógeno trabaja a temperaturas más bajas y reduce la degradación del aceite a causa del calor).

A esto hay que sumar la mejoran de la velocidad de retorno al conducir por terrenos irregulares; además, son más rígidos, lo cual permite mayor control sobre la dirección y los frenos.

En cuanto a los inconvenientes, al ser más duros y rígidos, se perciben con mayor intensidad las irregularidades del terreno y la absorción del impacto es más seca y corta que en los amortiguadores hidráulicos.

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