Cómo solucionar los principales problemas en los inyectores
Lizarte explica cómo reconocer los síntomas de averías en los inyectores del sistema diésel.
Para que el motor arranque, es necesario que llegue carburante hasta él, y el elemento encargado de suministrarlo es el inyector. Se trata de un componente del sistema de inyección de combustible que tiene la misión de introducir una determinada cantidad de combustible en forma pulverizada en la cámara de combustión, distribuyéndolo de forma homogénea dentro del aire contenido en dicha cámara.
Los técnicos de Lizarte explican que es importante que el comienzo y fin de la inyección sean bien definidos y que no se permitan goteos de combustible posteriores. Al tratarse el sistema de inyección de un mecanismo muy preciso, prácticamente el 6% de las averías más complicadas de un vehículo se originan en los inyectores, y su reparación suele tener un coste alto.
Principales problemas cuando fallan los inyectores
Debido a la combustión del motor al estar en funcionamiento, este componente es susceptible de impregnarse de carbón. En concreto, en los inyectores es muy habitual la acumulación de suciedad y la concentración de barniz y depósitos de carbón, que, en general, puede derivar en dos tipos de problemas cuando fallan los inyectores: el bloqueo de la aguja y la suciedad en el asiento de la tobera, por una parte, y la obstrucción de los orificios y pérdida de presión, por otra parte.
En cuanto a los síntomas que alertan de problemas cuando fallan los inyectores, Lizarte destaca los siguientes:
- Se detectan problemas para arrancar el coche, e incluso las revoluciones pueden ser irregulares e inestables.
- Descenso notable en la potencia del motor, cuya velocidad máxima queda limitada.
- Afectación del consumo de combustible, apreciándose un mayor consumo recorriendo la misma distancia.
- En frío el vehículo responde bien, pero al calentarse comienza a presentar fallos en el arranque, la estabilidad del motor y en las revoluciones.
- Por último, al producirse problemas cuando fallan los inyectores, es muy frecuente percibir un olor a gas en el vehículo, indicio de que los inyectores presentan un desgaste u obstrucción.
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