Quant e-Sportlimousine, el coche que funciona con agua de mar
“¿Quiere que ponga a punto su batería? Espere un segundo, que me acerco con el cubo a la playa un momentito y ahora vuelvo”. Esta frase podría ser en el futuro más habitual en los talleres (sobre todo los situados en la costa) de lo que se puede pensar. En el Salón de Ginebra se ha mostrado un deportivo eléctrico que se alimenta de una nueva tecnología de batería basada en el agua de mar.
Se trata del Quant e-Sportlimousine, un vehículo de grandes proporciones desarrollado por Koenigsegg, constructor sueco especializado en vehículos ultradeportivos, y por la compañía oneFLOWCELL, que mantiene un acuerdo con Bosch para el desarrollo de sistemas electrónicos para este automóvil. Según sus constructores, la tecnología NanoFLOWCELL de las baterías que mueven este vehículo es cinco veces más eficiente que la de los acumuladores de iones de litio actuales.
La batería de este vehículo está basada en los sistemas de células de flujo redox (reducción y oxidación), que se diferencian de otros por su capacidad de almacenar y liberar energía eléctrica a densidades muy altas.
Los electrolitos líquidos, con sales contenidas en el agua de mar, se mantienen en dos tanques. En el centro del sistema, una membrana separa los dos líquidos, pero permite que la carga eléctrica la atraviese, generando así la potencia para la transmisión del vehículo. Se produce un fenómeno llamado "quema de frío", durante el cual los procesos de oxidación y reducción ocurren en paralelo, produciendo energía eléctrica para mover el vehículo.
Según sus desarrolladores, la alta densidad de carga y de rendimiento, junto a su bajo peso en comparación con los sistemas de almacenamiento de energía convencionales son las principales ventajas de una tecnología que ya ha utilizado la NASA para enviar naves al espacio. Otra ventaja, aunque no muy positiva para los talleres, es que estas baterías no tienen efecto memoria, es decir, no pierden capacidad de carga con el uso, por lo que duran más que las convencionales.
Los constructores de este coche de desarrollo esperan tener nuevos prototipos este mismo año y conseguir la certificación del vehículo para circular por carreteras públicas entre este año y el que viene.
El vehículo acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 380 km/h, con un peso de 2.300 kg. Dispone de cuatro motores eléctricos, uno por cada rueda, y pueden acumular entre todos un total de 925 caballos de potencia. Su autonomía se sitúa en torno a los 600 km. Si quieres, puedes verlo en acción en un vídeo (haz clic aquí).
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