Problemas más comunes en el radiador del coche

El radiador del coche se encarga de enfriar el agua que entra al motor para que esta no dañe sus elementos internos, además de recoger el agua que expulsa el propulsor al realizar su función. Es un componente clave del sistema de refrigeración del motor y, por tanto, de su buen funcionamiento depende el del propio vehículo.

Por ello, se debe mantenerlo en perfectas condiciones, y acudir a un taller de confianza ante el mínimo signo de obstrucción, escape o funcionamiento anómalo. Euromaster recoge varios indicadores que avisan de que el radiador del vehículo no se encuentra en buen estado.

• Aumento de la temperatura del motor. El indicador más preciso es el situado en el salpicadero, que nos informa acerca de la temperatura del motor del vehículo. En circunstancias normales, no debe superar los 90 grados, por lo que cualquier aumento repentino de la temperatura o que sobrepase esa cifra es motivo de preocupación. En ese caso, hay que detener el automóvil lo antes posible, ya que si el motor se calienta en exceso, llegando a hervir el agua de su interior, algunos elementos mecánicos pueden resultar dañados.
• Aire frío de la calefacción. Si al accionar la calefacción el aire que sale por las rejillas no está caliente, es un mal síntoma. El radiador del vehículo, además de garantizar la correcta refrigeración del motor, aprovecha el calor de este para aclimatar el interior del coche.
• Olores extraños. Si el aire de la calefacción presenta olores extraños, es muy probable que el radiador tenga algún tipo de problema mecánico. Seguramente se trate de una obstrucción, que debe ser evaluada por un especialista.
• Condensación en el interior del coche. Si a los pocos minutos de circular se produce una elevada condensación en el interior del automóvil, llegando a dejar manchas de líquido refrigerante en las alfombrillas del suelo, es probable que el radiador sufra alguna fuga.