Consejos para almacenar los líquidos de suspensión y de frenos en el taller
Total recomienda seguir las indicaciones del fabricante y guardarlos en lugares secos y cerrados, a temperatura ambiente.
Los profesionales del taller deben conocer la mejor forma de almacenar los productos que utilizan en sus centros, especialmente si influyen en la seguridad de los vehículos en los que realizan el mantenimiento o reparaciones, como pueden los líquidos de suspensión y los líquidos de frenos, los cuales poseen normativas muy específicas, tanto por su composición como por sus características técnicas.
Es importante seguir las recomendaciones del fabricante y que se guarden siempre en sus propios envases, en un lugar cerrado, limpio y seco, y a temperatura ambiente; así como evitar su apertura si no se van a utilizar.
Total ha señalado que es importante cumplir con las recomendaciones anteriores porque "los envases respiran", es decir, por efectos de la temperatura, el aire entra y sale de ellos, conteniendo humedad. En el caso de ser absorbida por el producto, estos pueden mezclarse y este contacto puede provocar corrosión.
Almacenar los líquidos de frenos
Asimismo, hay líquidos de frenos que sí absorben agua, y esto puede provocar que descienda su punto de ebullición, y por consiguiente, que sea inferior a la temperatura a la que trabaja el sistema de frenos en la zona de las ruedas. Esto puede ocasionar que el pedal se hunda y la frenada no se produzca. En el caso de los líquidos que no aspiran ese agua, estos sistemas suelen contar con dispositivos de purga para eliminarla.
Los profesionales del taller deben tener algunas consideraciones como el tiempo de almacenamiento o el uso de estos productos para garantizar su eficacia.
- Productos no abiertos: almacenar con su sellado intacto y protegidos de la luz..
- Envases pequeños: pueden almacenarse durante dos años.
- Bidones en posición horizontal: vida de tres años.
- Contenedores, es decir, el producto está almacenado en un tanque de acero inoxidable, en atmósfera de nitrógeno: pueden almacenarse durante tres años.
- Productos abiertos: consumir lo antes posible, se recomienda hacerlo en pocos meses por la entrada de agua.
Almacenar los líquidos de suspensión
El almacenaje de los líquidos de suspensión es similar al de cualquier otro tipo de producto lubricante. Total ha recomendado que su consumo sea antes de un período de cinco años desde su fabricación, teniendo en cuenta que no tienen una fecha de caducidad.
Estos líquidos deben almacenarse en un sitio cerrado y bien ventilado. En el caso de contenerse en bidones, lo aconsejable es que se coloquen en posición horizontal con las dos bocas paralelas al suelo.
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