¿Qué ocasiona la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal?
Una instalación incorrecta o algún daño en la propia pieza podrían provocar una fuga, según Loctite, ante lo que aconseja elegir el modelo adecuado y hacer un correcto montaje.
La instalación del retén del cigüeñal es una tarea que exige de cierta cautela. De hacerlo mal o bien va a depender que existan o no fugas prematuras, como la pérdida de aceite que puede dar origen a una avería en el sistema. En "El blog de los profesionales del taller" de Loctite se repasan las distintas causas que están en el origen de esta falla y se apuntan algunas soluciones para prevenirla.
Comienza definiendo qué es y de qué materiales está hecho el retén del cigüeñal: una pieza que funciona como sello mecánico para evitar el intercambio no deseado de fluidos, gases y otras sustancias entre el interior y el exterior del cigüeñal.
De este modo, sus dos funciones primordiales son, por un lado, evitar la pérdida de líquido lubricante al exterior, lo que podría suponer el gripado de algún elemento móvil del cigüeñal y la avería del mecanismo, y por otro, evitar que las partículas nocivas o fluidos del exterior se introduzcan en el motor y contaminen el líquido lubricante, algo que ocasionaría una pérdida de efectividad o una avería.
Los retenes se fabrican en multitud de materiales y formas, según las especificaciones de cada fabricante, y es fundamental que se use el modelo prefijado por el fabricante para asegurar un funcionamiento óptimo y duradero.
Aunque los retenes del cigüeñal suelen estar fabricados en caucho sintético, existen variantes que incluyen, por ejemplo, un anillo acerado en el interior que realiza la función de arandela rígida, mientras que el revestimiento de caucho vulcanizado que lo envuelve permite la estanqueidad y facilita el montaje de la pieza sin dañar la zona de asiento.
Instalación del retén del cigüeñal
Para la instalación del retén del cigüeñal, el blog recuerda que es una tarea que exige de cierta cautela, puesto que una instalación incorrecta o el daño en la propia pieza serían causas de una más que probable fuga prematura, como la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal.
Existen herramientas especiales para el montaje de retenes que facilitan la correcta instalación y evitan dañar tanto el propio componente como las superficies de asiento y contacto.
Cabe tener en cuenta que, para una correcta instalación del componente, es fundamental limpiar adecuadamente las superficies. Tanto el labio del retén como la superficie del cigüeñal deben estar totalmente secas, libres de grasas o aceites. Además, se debe comprobar que el cigüeñal no esté dañado, puesto que esto podría implicar una fuga de aceite.
Origen de la pérdida de aceite
El retén del cigüeñal es un componente de desgaste. El propio paso del tiempo provoca el envejecimiento natural del caucho y ello conlleva la aparición de grietas, que implican la pérdida de hermeticidad y pueden conllevar la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal.
Pero, además, una temperatura por debajo de la mínima del rango en el que la pieza funciona correctamente puede provocar grietas en el caucho y hacer que este se vuelva quebradizo. Mientras que superar la temperatura máxima recomendada podría provocar una dilatación excesiva del componente, además de la degradación del caucho. En ambos casos, el daño es irreparable y el envejecimiento prematuro del caucho va a ser evidente en un corto espacio de tiempo.
Por otro lado, en ocasiones la vida útil de esta pieza se ve afectada por otros factores, como los giros a gran velocidad, que pueden provocar el desgaste prematuro del retén; una lubricación insuficiente en el interior del motor, que reseca el caucho y provoca fisuras; la colocación del retén en posición incorrecta o una mala elección del componente, que no tenga las medidas requeridas… En relación a esto último, aunque los diámetros cumplan la especificación, puede que su ancho no sea correcto, por lo que no se consigue la estanqueidad. Los fabricantes de retenes facilitan las medidas de ancho que debe tener el alojamiento para cada modelo de retén. Por ello, es fundamental asegurar esta medida, tomando la cota al menos en tres puntos para garantizar que el recambio seleccionado es compatible.
Además, podemos encontrarnos con el efecto de otros componentes químicos como refrigerantes, líquidos de limpieza, aceites y sal que, al entrar en contacto con el retén por una mala actuación en el taller o por falta de estanqueidad, pueden deteriorar el caucho sintético, acortando la vida útil del componente.
Cómo solucionar un fallo del retén
En conclusión, el retén del cigüeñal es un componente básico para asegurar el correcto funcionamiento del motor, por lo que es fundamental supervisarlo en cada mantenimiento predictivo y asegurar que la lubricación en el interior del motor es la recomendada. Asimismo, si no se toman las precauciones necesarias a la hora de instalarlo (correcta limpieza previa, respetar los pasos marcados por el fabricante, asegurar superficies del cigüeñal libres de daños, respetar el tiempo de readaptación del retén tras su instalación), se puede provocar una falla prematura del componente y la posible pérdida de aceite por el retén del cigüeñal.
Ante una falla en este componente, es aconsejable limpiar la zona con un limpiador de residuos específico, como por ejemplo Loctite SF 7063, y analizar los motivos que han llevado a su fallo para tomar las medidas necesarias.
Como se ha expuesto en este artículo, para evitar averías prematuras y la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal, es primordial atender a la correcta instalación del componente. Además, una elección adecuada del modelo de retén es fundamental para garantizar la hermeticidad del sistema y lograr una mayor duración del componente, evitando fugas de aceite en el vano motor del vehículo.
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