Bosch optimiza sus sistemas de inyección diésel y gasolina
El área de Tecnología para la Automoción de Bosch acaba de anunciar nuevas mejoras en sus sistemas de inyección, tanto para motores diésel como gasolina.
El grupo ha presentado su primer inyector piezoeléctrico para turismos con sistema common rail CRS3-25, que trabaja con una presión de 2.500 bares. El sistema pulveriza más fino el combustible y permite una inyección múltiple con hasta diez ciclos individuales, lo que permitirá cumplir los futuros límites de emisiones o aumentar la potencia de los motores.
También se han mejorado los inyectores de válvula magnética, como el nuevo inyector CRI2-20, con una presión de inyección de 2.000 bares. Estos inyectores se basan en los modelos anteriores para que los fabricantes de vehículos pueden utilizar distintas generaciones de inyectores en el mismo modelo de motor.
En cuanto a los motores de gasolina, Bosch ha optimizado el rendimiento de los inyectores por tubo de aspiración con el sistema Advanced Port Fuel Injection, que reduce el consumo de gasolina hasta el 12%, las emisiones hasta el 20% y aumenta la potencia del motor.
La inyección por tubo de aspiración sigue avanzando en mercados como Brasil y China, porque también el número de vehículos aumenta. Bosch iniciará en 2014 la producción de válvulas de inyección en Yakarta (Indonesia).
Por último, Bosch también quiere mejorar la inyección directa, con presiones superiores a los 200 bares. Por ejemplo, el inyector HDEV5 de Bosch trabaja alrededor de esa cifra. La compañía crece en este área anualmente el 50%, con unas ventas actuales de 1.300 millones de euros. En 2012, celebró un hito histórico al alcanzar los 50 millones de inyectores y 10 millones de bombas de alta presión fabricados.
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