Bosch prevé ingresar 1.000 M€ en 2016 por los sistemas de asistencia al conductor
Sus ventas en este campo están aumentando actualmente a un ritmo del 33% anual.
"La conducción automatizada es la consecuencia del auge de los sistemas de asistencia al conductor”. Así lo asegura Belén Aranda, responsable para Europa del proyecto de conducción automatizada de Bosch.
Las ventas del Bosch en este campo están aumentando actualmente a un ritmo del 33% anual y la compañía prevé que, en 2016, sus ingresos por estos sistemas superen, por primera vez, los 1.000 millones de euros.
La multinacional, que ha dado a conocer sus avances tecnológicos y planes de introducción de los sistemas de conducción automatizada, “desarrolla todo, desde los componentes individuales hasta el sistema completo", ha asegurado Aranda.
Sin ir más lejos, en 2014, la compañía estableció un nuevo récord con la venta de más de 50 millones de sensores de entorno, destinados a estos sistemas de asistencia. El número de sensores de radar y vídeo vendidos se duplicó en 2014, “y lo hará de nuevo en 2015”, según Bosch. Además, espera que su sensor de radar número diez millones salga de la línea montaje en 2016.
Los sistemas de asistencia como el mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia, los asistentes de atascos y otros similares sirven de base para la conducción automatizada. "A medida que avanzamos hacia el coche autónomo, vamos introduciendo nuevos sistemas de asistencia al conductor", asegura Lorenzo Jiménez, responsable de prensa y Marketing del área Mobility Solutions de Bosch.
Con todos estos desarrollos, Bosch asegura que se encuentra “a pocos años” de estrenar una tecnología que proporcionará a los conductores la posibilidad de elegir entre conducir o ser conducido. "Gracias a nuestro sistema de piloto automático para autopistas, a partir de 2020, podremos ver coches altamente automatizados que conducirán ellos solos por las autopistas", asegura Belén Aranda, que ha desvelado que los ingenieros de la compañía han completado ya más de 10.000 km de pruebas de conducción autónoma “sin el menor problema".
Actualmente, cerca de 2.000 ingenieros están trabajando en la puesta a punto de sus sistemas de asistencia al conductor. Esta cifra supone un incremento de más de 700 personas con relación a hace tan sólo dos años.
Sin embargo, todos estos avances tienen un importante obstáculo: las distintas normativas nacionales e internacionales. Por este motivo, Bosch ha pedido a los gobiernos que establezcan el marco jurídico necesario para la conducción automatizada. "La legislación debe de seguir el ritmo de lo que es técnicamente posible", asegura Belén Aranda.
La conducción altamente automatizada no puede hacerse realidad a menos que se realicen cambios legales. "Una limitación legal con la que nos encontramos actualmente es la Convención de Viena sobre la circulación vial de 1968, que dictamina que los conductores deben mantener el control de su vehículo en todo momento. Hasta ahora, esto descarta la conducción altamente automatizada", confiesan desde la multinacional.
Sin embargo, Bosch asegura que “hay señales inminentes de cambios en las regulaciones que se aplican en numerosos países. Una posibilidad sería permitir la conducción automatizada, siempre que el conductor sea capaz de anularla o desactivarla. El debate sobre cómo revisar los reglamentos para permitir esta excepción está sobre la mesa”.
Otro asunto que quedaría por resolver sería la validación de los tests realizados, ya que usando los métodos actuales, un pilotaje automatizado por autopista tendría que completar las pruebas equivalentes a varios millones de kilómetros recorridos antes de que pudiera entrar en fase de producción. Bosch está trabajando ahora en nuevos enfoques basados más en la simulación.
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