Bosch fija su estrategia en los sistemas de asistencia al conductor
Bosch ha celebrado una conferencia de prensa sobre el balance del grupo, en la que ha señalado sus principales objetivos de desarrollo. En el terreno de la automoción, la compañía alemana se centrará en los sistemas de seguridad y asistencia al conductor, donde espera incrementar sus ventas, así como en los sistemas para reducir el consumo de combustible.
Bosch contempla grandes posibilidades de crecimiento a través de los sistemas de seguridad y de asistencia al conductor, en cuyo desarrollo trabajan más de 5.000 ingenieros. Actualmente, la empresa ingresa con estos sistemas unos 5.000 millones de euros. En los próximos años se espera que las ventas en este área crezcan a un ritmo del 10% anual.
Según el grupo, este crecimiento vendrá de la mano de un nuevo sistema de evaluación de la seguridad del vehículo. A partir de 2014, los nuevos modelos obtendrán la puntuación más alta solo si equipan, al menos, un sensor de ayuda al conductor. Desde el año 2000, Bosch ha producido un millón de sensores de radar; en 2016 serán 10 millones. Bosch prevé un gran potencial de crecimiento en la integración segura de las nuevas funciones de asistencia mediante sensores, unidades de control y actuadores, considerando el automóvil como un sistema global.
El grupo también estudia el intercambio de datos entre los vehículos. “La conducción automática será una conducción interconectada”, afirma Bernd Bohr, presidente de la división Tecnología para la Automoción. Con la interconexión de los sistemas, Bosch quiere incrementar, además, los potenciales de eficiencia y de la protección del medio ambiente. El sistema Start/Stop, de gran éxito mundial, aumentará sus funciones gracias al desarrollo de la navegación inteligente, convirtiéndolo en un “asistente de conducción a vela”. A través de la interacción entre la tecnología en red y el modo de conducir se puede lograr un ahorro del consumo de hasta el 15%.
En el área de los sistemas de propulsión, Bosch trabaja también en la reducción del consumo y de las emisiones de CO2. Con el desarrollo y la mejora de los sistemas de inyección directa de gasolina y diésel, el consumo se podrá reducir hasta en el 20%. En 2012, Bosch vendió más de cinco millones de sistemas de inyección directa de gasolina, lo que supone un incremento del 50%.
Por otro lado, Bosch se encuentra bien preparada para hacer frente a una creciente demanda de propulsores de gas natural, especialmente en EE.UU. La empresa ofrece el inyector de gas más pequeño del mundo. Además, Bosch fabrica módulos de control flexibles que sirven tanto para la inyección de gasolina como de gas. La implicación de Bosch en el desarrollo de la movilidad eléctrica se mantiene. Unos mil ingenieros trabajan en la electrificación de la propulsión. Hasta finales de 2014, la empresa trabajará en unos 30 proyectos para su fabricación en serie. Bosch estima que será a partir de 2020 cuando se genere un mercado importante para los accionamientos eléctricos.
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