El sector de automoción reclama una definición clara del futuro modelo de movilidad

Las principales asociaciones del sector de automoción, Anfac (constructores), Sernauto (equipos y componentes), Faconauto (concesionarios) y Ganvam (vendedores) han repasado la situación actual del sector y han pedido al Gobierno que apueste por el sector del automóvil como proyecto país.

José Vicente de los Mozos, de Anfac, pidió al Gobierno que se aclare en el modelo de movilidad que quiere, con o sin automóviles y aseguró que los constructores están plenamente comprometidos con la descarbonización. Aseguró que actualmente hay un parque de 25 millones de automóviles, de los que solo el 0,5% son eléctricos, y que la edad media del mismo es de 12,7 años, y auguró que en 2030, las ventas de eléctricos alcanzarán el 15%.

La descarbonización del sector, señaló, solo es posible renovando el parque, lo cual es difícil si los precios suben a causa del WLTP, y añadió que es preciso trabajar todos juntos y en la misma dirección, además de contar con una ventanilla única. En este sentido, dijo que el Ministerio de Industria era un buen interlocutor, pero que debe haber un solo líder que defina el modelo de movilidad, y no que desde las diferentes administraciones y ministerios se cambien los planteamientos, “esté en juego el 60% de la facturación de este país. Vamos a luchar porque España siga siendo líder en el sector del automóvil, pero necesitamos que la administración nos escuche”, dijo.

El 20-30% de caída en fabricantes de componentes

María Helena Antolín, presidenta de Sernauto, enfatizó el tremendo impacto de la pandemia, con una caída entre el 20 y el 30% en las ventas de fabricantes de equipos y componentes y del 6-8% del empleo. Manifestó que es fundamental pasar a la acción con determinación y disponer de una dotación presupuestaria que active el mercado, como lo están haciendo otros países de nuestro entorno. Hacerlo bien y rápido supondrá seguir creando empleo y valor añadido a la economía. Es necesario avanzar en la digitalización y la descarbonización y para ello es preciso el apoyo de la administración.

Sobre la descarbonización, aclaró que los fabricantes de primer equipo han reducido el peso hasta el 25%, lo que ha supuesto una importante rebaja de emisiones en los vehículos. Esa reducción ha aparejado importantes inversiones en innovación, por lo que reclaman ayudas, como en otros países europeos, para no quedarse atrás y mantenerse a la vanguardia tecnológica. Antolín afirmó que “contamos con un competitivo ecosistema del automóvil. Si las marcas vienen a comprar aquí es porque hacemos las cosas bien. Y eso es lo que está en juego. Hay que mantener el atractivo para que sigan viniendo”.

Caída de ventas de 900.000 unidades en 2021

Gerardo Pérez, de Faconauto, habló de un año duro y de mantener el empleo, que da y genera trabajo a la España vaciada. Lamentó la subida del impuesto de matriculación, a cuenta del WLTP, y vaticinó que las ventas podrían caer en 2021 en torno a las 900.000 unidades, lo que complicará el año y la economía familiar, además de reducir el empleo en el sector de la distribución entre 16.000-18.000 puestos de trabajo. Si a la subida del impuesto añadimos que los avances tecnológicos encarecen el producto final, dijo, el precio de los coches se aparta cada vez más de la renta media. Evidentemente, eso supone que la antigüedad del parque siga creciendo.

Electrificación, digitalización, seguridad jurídica y medioambiente son los principales temas a abordar para el proyecto país, para lo cual es necesaria una hoja de ruta y trabajar todos juntos. Además, pidió un mejor reparto de las ayudas y subvenciones, tales como el Moves y el Renove y que los remanentes que queden, se extiendan al año próximo.

Raúl Palacios, presidente de Ganvam, trató de un cambio de paradigma, con un compromiso de todo el sector hacia la descarbonización y la electrificación, para lo cual es preciso tomar medidas rápidas. Respecto al vehículo eléctrico, aseguró que el mercado no lo demanda porque es caro, los incentivos son insuficientes, poco eficientes y no tienen continuidad en el tiempo. Además, la falta de puntos de recarga, de infraestructura, y la escasa autonomía siguen siendo un obstáculo para su venta.

En resumen, el sector pide un solo interlocutor para agilizar la rápida transformación del sector, ayudas y subvenciones que permitan seguir siendo competitivos en la fabricación y venta de automóviles; menos impuestos, sobre todo, en estos momentos de recesión, para facilitar el cambio de vehículos y caminar hacia la descarbonización e inversiones en I+D+i, así como en formación para reciclar en empleo de calidad los miles de puestos de trabajo que se perderán con la digitalización del sector. Y, al tiempo que se anuncian medidas, que se implementen rápidamente, pues la lentitud es peligrosa para un sector, como el de automóvil, que está en plena revolución.