El trabajo de chapa no acaba con la reparación
Entre las operaciones que incluye una reparación de chapa se incluye el proceso de pintado y, más concretamente, el enmascarado del vehículo. Es una tarea laboriosa y muy artesanal a la que no se presta la debida importancia.
Ver una goma pintada o pulverizaciones de color en los huecos de las puertas da una pésima imagen del trabajo del taller, pese a que éste haya sido excelente en su primera fase. La misión del pintor será eliminar cualquier evidencia de que se ha efectuado una reparación, dejando el vehículo como recién salido de fábrica.
Las propiedades que deben tener unos buenos productos de enmascarado son varias. Desde una buena resistencia a la mecánica, a una buena resistencia al agua y a los disolventes. También deben tener una buena adherencia en su colocación y facilidad en la retirada.
Los fabricantes de productos de enmascarado ofrecen al profesional una gama específica para cubrir zonas especialmente sensibles y conseguir resultados de calidad. Si quieres conocer más detalles sobre el enmascarado consulta nuestro artículo Rentabilidad en el enmascarado, incluido dentro del Manual del Taller de Carrocería 2014 de InfoCap.
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