Qué tipos de pintura de retoque son más adecuados

Loctite recuerda que existen diferentes opciones (pincel, rotulador o aerosol) con distintas calidades.

Desconchados o rasguños son sus principales aplicaciones / Redacción Infotaller
Redacción

20 de diciembre 2019 - 12:18

La carrocería es uno de los elementos más expuestos en un coche, por lo que, a menudo, sufre daños de mayor o menor importancia. Para repararlos existen pinturas de retoque que disimulan o eliminan los pequeños desperfectos y sellan y protegen el metal para evitar su oxidación.

Desconchados o rasguños son sus principales aplicaciones. No obstante, según el tipo de pintura, el acabado, la durabilidad y el nivel de protección obtenidos varían, según explica Loctite en un post que publica en su blog.

Así, por ejemplo, para rasguños superficiales es suficiente limpiar la superficie con un desengrasante o un proceso de pulido adecuado. Si el rasguño solo afecta a la capa de barniz o a la pintura monocapa y no es muy profundo, se puede subsanar con un proceso de lijado muy fino y un posterior pulido de la zona de actuación.

Entre estas pinturas se encuentran las de aplicación con pincel, rotulador, aerosol y las específicas para plásticos. Las de pincel y rotulador ofrecen una solución rápida al usuario, aunque son mejores las primeras suministradas por fabricantes o distribuidores especializados, ya que en cada uno de los colores que configuran la colorimetría de cada gama de vehículos y adjuntan un kit con barnices o ceras.

No obstante, la calidad resultante es inferior a un retoque efectuado en un centro de chapa y pintura con procesos de reparación rápida específicos (smart repair, spot repair, etc.).

La solución de rotulador es más económica, pero menos duradera y que no aporta ningún tipo de protección, por lo que se recomienda solo para casos de urgencia. Para aplicarlo, se rasca cualquier resto suelto de pintura, se limpia, desengrasa y retoca el daño.

La aplicación en aerosol mejora los resultados respecto a las anteriores, pero el artículo señala que el proceso es más laborioso y no existen referencias de todos los códigos de pintura, además de requerir un conocimiento técnico mayor.

Para realizar la reparación, se eliminan restos de óxido, pintura suelta, etc., se lija la superficie con un abrasivo tridimensional fino y se limpia y desengrasa la superficie. Después se protegen las zonas limítrofes. Si el daño es mayor y hay metal desnudo, hay que aplicar el aparejo en spray para proteger la superficie y después el esmalte de color, respetando los tiempos de evaporación entre manos.

A continuación, se pone el barniz, que debe sobrepasar a la capa de pintura pero sin llegar hasta la cinta que cierra el enmascarado. Para atenuar el pulverizado de esta zona de transición, se puede aplicar un producto específico para difuminados. Finalmente, se pule y abrillanta.

Este mismo proceso se puede efectuar sustituyendo o combinando las pinturas en aerosol por pinturas y barnices de uso profesional de aplicación a pistola aerográfica o con aerógrafo, lo cual aumenta la calidad de la reparación.

Por otro lado, para plásticos no revestidos, las pinturas en aerosol son las más populares. Se comercializan en distintos colores y con diferentes acabados superficiales. Para aplicarlas, primero hay que lijar y desengrasar la superficie y aplicar un promotor de adherencia. Después se enmasilla, se seca y se lija para limpiar y desengrasar de nuevo. Se enmascara las zonas cercanas y se aplica pintura en aerosol.

También existen otros productos destinados a mejorar el aspecto de los plásticos o a retocar las anomalías, como renovadores de plásticos en formato líquido, tintes para materiales sintéticos y pinturas específicas en aerosol destinadas a pintar paneles de instrumentos o plásticos del habitáculo.

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