Qué tipo de pinturas se utilizan en la automoción

Chapa y pintura

Loctite publica un post en el que explica las tipologías y funciones de este producto.

Las pinturas deben cumplir la normativa que limita la emisión de compuestos orgánicos volátiles
Redacción

22 de agosto 2018 - 13:08

Además de ser un factor estético, la pintura tiene diferentes funciones de acuerdo con la tipología y el momento en que se aplique en el proceso de reparación.

La pintura está compuesta por resina o ligante para compactar, pigmento para dar color, disolvente para ajustar la fluidez y aditivos para obtener comportamientos específicos (brillo, plasticidad, etc.), explica un post publicado por Loctite en su blog.

De acuerdo con las diferentes combinaciones, se obtienen distintos tipos de pintura (de fondo y acabado), teniendo además distinta base química (acrílica o sintética). No obstante, la mayoría de las pinturas en automoción son de tipo acrílico, las cuales coexisten con las de base agua y disolvente. Todas ellas deben cumplir la normativa que limita la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV).

En cuanto a las pinturas de fondo, son las que se aplican por debajo de las de acabado y su objetivo es proteger el metal, igualar la superficie y proporcionar un buen soporte a las de acabado. Entre ellas destacan las imprimaciones y protecciones anticorrosivas, los promotores de agarre, las masillas y los aparejos.

El uso de las primeras es poco frecuente por la utilización del aparejo para evitar su aplicación y lijado. Sin embargo, lo ideal es aplicar una electro imprimación con una solución de cinc, según el artículo, aunque disponer de este equipo no es habitual.

Por ello, los fabricantes comercializan imprimación a base de resina epoxi que se aplica directamente sobre el metal antes de poner la masilla. Pero tampoco es lo más común en automoción.

La pintura anticorrosiva que sí se utiliza en los talleres es el cinc en aerosol de 1K, que se aplica en las caras internas de los metales unidos que posteriormente van a ser soldados o como pintura protectora del metal desnudo o de la soldadura efectuada que todavía no han sido revestidos.

Asimismo, se emplean pinturas gomosas de secado físico como los revestimientos de bajos y los antigravillas, para imitar el acabado rugoso de fábrica y proteger de proyecciones de la calzada, y las ceras de cavidades para preservar de los efectos negativos de la humedad en las piezas huecas de la carrocería.

Por su lado, los promotores de adherencia son indispensables para trabajar sobre plásticos, explican los profesionales de Loctite, antes de aplicar adhesivos o cualquier tipo de pintura.

Por lo que se refiere a la masilla, es una de las pinturas de fondo más utilizadas junto con el aparejo, hecho a base de resinas de poliéster o resinas epoxi, que permiten el igualado de la superficie metálica tras haber sido conformada.

Respecto al aparejo se aplica sobre la masilla para sellar la zona reparada, tapar los pequeños defectos y convertirse en un buen soporte para las pinturas de acabado. Los más comunes son los de altos sólidos, húmedo sobre húmedo, secado rápido y los polivalentes

Por su parte las pinturas de acabado embellecen la carrocería aportando color, efectos, brillo y protección. Las más utilizadas son las de tipo acrílico base disolvente o base agua. Además, se puede optar por las monocapa, que son más económicas, aunque con menor resistencia mecánica y química.

Las bases bicapa son al agua y únicamente se diluyen antes de ser aplicadas, excepto de las que se destinan para pintar interiores y que van catalizadas para aumentar su resistencia.

Desde Loctite también apuntan que los barnices siguen siendo al disolvente, aunque ya existen fabricantes que comercializan lacas al agua de distintos tipos: de secado rápido, de altos y de ultra altos sólidos, específicos para faros, mates y en aerosol de 1 o 2K para pequeñas reparaciones, entre otros.

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