Los menores de 34 años, los más propensos a darse a la fuga tras un accidente
No tener seguro, haber bebido o el miedo a las consecuencias apuntan como principales motivos.
Los partes sin contrario debido a roces contra una pared o una columna, por ejemplo, son habituales en el taller. No son los únicos casos, pues también se producen cuando hay un contrario, pero este se da a la fuga tras provocar un siniestro.
Y esto ocurre, sobre todo, entre los conductores menores de 34 años, al menos en el Reino Unido, según un estudio realizado a usuarios considerados culpables del delito de omisión del deber de socorro que ha llevado a cabo el departamento de criminología de la Universidad de Leicester a cargo del Instituto del sector asegurador MIB.
Entre los motivos, destacan el hecho de no tener seguro, haber bebido alcohol o por miedo a las consecuencias.
El informe también revela que el 45% de los conductores que se dan a la fuga tras sufrir un accidente lo hacen porque no saben que es ilegal abandonar el lugar y no socorrer hasta que llegan los servicios de emergencias.
De hecho, el 21% alega que no sabía que es obligatorio notificar una situación de estas características y más del 29% se dio a la fuga por no considerar el accidente lo “suficientemente grave” como para parar.
Además, el 6% de los encuestados entre este rango de edad afirman que, en el momento de abandonar el lugar del accidente, huyeron y nada podría haberles hecho recapacitar y cambiar de opinión.
“Estamos estudiando la manera de concienciar a los usuarios sobre los delitos de omisión de socorro y su impacto en la sociedad, con el fin de reducir el número de casos. Una vez terminada la investigación, contaremos con indicios útiles que compartiremos con el gobierno, la policía, el sector asegurador y otros posibles interesados, para que se ataje el problema de forma conjunta”, explica Ashton West, director de MIB.
MIB estima que el número de usuarios que circula sin seguro en el Reino Unido ha caído de los dos millones a un millón desde 2005; sin embargo, no se ha reducido el número de conductores que se da a la fuga.
“Verse implicado en un accidente puede ser una experiencia traumática y perturbadora; y empeora si el otro conductor no para. Existe una verdadera necesidad de entender por qué se producen tantos accidentes con fuga”, comenta Ashton West.
“Muchos conductores desconocen las obligaciones legales de informar sobre un accidente, aunque consideramos más importante la diferencia de comportamiento en estos casos según la edad”, afirma Matt Hopkins, profesor de la Universidad de Leicester.
“Necesitamos seguir investigando para llegar a entender los motivos por los que los conductores que se dan a la fuga actúan de este modo. Y este será el objetivo de la siguiente fase del estudio”, añade.
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