Jordi Palacios, Pintor Distinguido 2024: “Ojalá mi triunfo sirva para que los jóvenes vean el valor de una profesión artesanal en lugar de irse a ganar dinero fácil”

Infotaller charla con el flamante vencedor de la VI edición del Concurso de Pintores Distinguidos de 2024: un catalán de 45 años que ya fue segundo en 2022 y sueña con "pintar un Fórmula 1".

Jordi Palacios, ganador del certamen en su sexta edición, trabaja en un Ferrari.

Jordi Palacios ha pasado de pintar su primera bicicleta con apenas 9 años a convertirse en todo un campeón de España. Concretamente, en el ganador del Concurso de Pintores Distinguidos 2024. Un reconocimiento oficioso que distingue al mejor pintor de automóviles del país. Y es que este catalán de 45 años se erigió vencedor en la fase final presencial, frente a más de una decena de rivales, celebrada los pasados 25 y 26 de octubre. “Estoy muy contento, ya había dicho que era mi última participación, aunque si hay otra final de finales, participaré encantado, la pintura de vehículos es mi gran pasión y ojalá este triunfosirva para que los jóvenes vean el valor de una profesión artesanal, de aprender un oficio, en lugar de irse a ganar dinero fácil y rápido”, reivindica.

"Las nuevas generaciones, en general, no se detienen en el esfuerzo, en el trabajo, en la constancia, ven el dinero fácil más asequible en otros sitios, por eso, pienso que este premio es un reconocimiento a una trayectoria, a muchos años dedicados a lo que me gusta hacer, pero con mucha dedicación detrás... Mi familia, mis amigos, los que me siguen lo conocen bien, lo han visto y compartido todos estos años, así que, sin duda, les dedico este galardón a ellos", comenta sobre la sexta edición de un certamen que, como es tradición, se celebró en el municipio madrileño de Las Rozas, en las instalaciones del Centro de Formación de la empresa distribuidora Cañizares Piñero, promotora junto a JTD Color del evento. 

Palacios echa ahora la vista atrás y recuerda el embrión de esta pasión. "Tendría nueve o diez años cuando fui a la tienda y compré un bote de pintura para pintar mi primera bicicleta en casa, luego vinieron más, me gustó cada vez más y empecé a estudiar Formación Profesional, pero no me termina de atraer, porque prácticamente todo era mecánica y electricidad, no había casi nada de lo que me a mí me gustaba, que era la pintura", lamenta sobre unos primeros "pinitos", allá por 1995, que pronto continuaron en un taller de camiones.

"Estuve allí un año y medio o así, me fue bien, pero me pasaba lo mismo, a mí me encanta la pintura, así que no me atraía mucho. Surgió la oportunidad de volver al taller en el que había hecho las prácticas, en Sant Fost de Campsentellas (Barcelona), y no lo dudé, pasé allí ocho años; luego estuve otros once más en Autoracing, un taller en Mollet del Vallés -su lugar de nacimiento, actualmente reside en Sant Celoni-, y por último, aquí, en Folgado Plantxa i Pintura", en la localidad barcelonesa de Santa María de Palautordera, donde lleva ya siete años.

Jordi Palacios, en pleno proceso de pintado de un vehículo.

Pintando coches de lujo

"Estoy muy a gusto aquí, todos estamos cómodos en el trabajo, algo fundamental para que todo vaya sobre ruedas, hay dos planchistas (chapistas), uno de ellos mi jefe, y una compañera en oficinas, además de mí; el dueñoinvierte en el taller, trata siempre de que esté todo a punto y que no se quede obsoleto ningún servicio ni las instalaciones, eso es de agradecer por parte de los trabajadores, casi todos los vehículos que vienen aquí además son coches de lujo: he pintadoFerraris, Porsches, Bentleys, Lamborghinis...", enumera satisfecho con el clima de trabajo sin dejar pasar la oportunidad de pensar en una nueva muesca que añadir a esa larga, y cara, lista.

"¿El coche que todavía sueño por pintar? Un Fórmula 1. Me llama mucho la atención, porque sería algo distinto a lo que estoy haciendo, porque, tengo entendido, que en esos monoplazas se intenta aplicar poca pintura por el tema de los pesos del coche y su aerodinámica, tienen mucho cuidado de que el coche sea lo más ligero posible también en cuanto a la pintura se refiere", comenta lleno de curiosidad Palacios que, a nivel amateur, sí ha pintado "algún que otro coche de rallyes para aficionados, pero nada a nivel competitivo".

Finalista el día de su cumpleaños

"Me enviaron la notificación de que era finalista el mismo día de mi cumpleaños, el 9 de agosto, fue una gran regalo y una alegría enorme, pero he estado tranquilo todo este tiempo, sólo la semana antes de viajar a Madrid sí que empecé a notar los nervios un poco más", explica Jordi Palacios que reconoce con autoexigencia que "no estaba del todo convencido de cómo quedó alguna de las pruebas de la final, pero, por fortuna, el cómputo global fue lo bastante bueno para salir con la victoria", reflexiona sobre su tercera participación en el evento.

"Poco a poco me fui acercando al triunfo, porque fui finalista hace tres años, en 2022 quedé segundo y este año, tras el parón del 2023 por la final de campeones, he podido ganar", desglosa el catalán que ya tiene una oferta en firme de la organización para la séptima edición: "Me han ofrecido formar parte del jurado el próximo año, así que, si no pasa nada, allí estaremos en 2025", concluye ilusionado.

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