Los coches blancos son los menos propensos a tener accidentes, mientras los marrones y amarillos son los que más
Los vehículos marrones y amarillos suelen ser los más peligrosos, con unos índices de daños del 66,7% y el 58,6%, respectivamente, debido a su tendencia a mimetizarse con el entorno natural, según un estudio de CarVertical.
Aunque generalmente se cree que el color de un coche no afecta significativamente la frecuencia con la que se ve involucrado en accidentes, los vehículos de colores brillantes a menudo se consideran más seguros debido a que son más fáciles de detectar en condiciones de poca visibilidad. En este sentido, los de color blanco resultan ser los más seguros en España, según un estudio de CarVertical de interés para los talleres de chapa y pintura.
En concreto, entre todos los coches comprobados, el 46,3% de los modelos blancos habían sufrido algún tipo de daño. La citada firma recuerda que el blanco es un color muy popular en regiones soleadas como España, ya que refleja el calor y es fácil de detectar en diversas condiciones de iluminación.
Por su parte, los coches plateados/grises ocupan el segundo lugar, con el 49,2% de ellos con registros de daños. Sus tonos neutros tienden a mezclarse menos con ciertas superficies de la carretera, lo que puede ayudar a otros conductores a detectarlos más rápidamente en el tráfico.
Los coches rojos completan los tres primeros puestos, con un 53,9% de ellos dañados. Estos vehículos pueden ser más seguros porque su color llamativo y vibrante llama la atención de forma natural, lo que los hace muy visibles en la carretera.
Los propietarios de coches a menudo vuelven a pintar o recubrir sus vehículos, por lo que es importante comprobar si el color del vehículo coincide con lo que está registrado en los documentos de matriculación antes de comprar un coche usado.
"Volver a pintar un coche o recubrirlo en una funda de vinilo no lleva mucho tiempo. Sin embargo, a la hora de adquirir un vehículo de este tipo, los compradores deben prestar atención al estado de la carrocería, ya que los defectos o el óxido pueden estar ocultos bajo la cubierta", subraya Matas Buzelis, experto en automoción y responsable de comunicaciones de CarVertical.
COCHES MARRONES Y AMARILLOS, LOS MÁS PELIGROSOS
Durante años, los colores de vehículos más populares en el mercado han sido el negro, el blanco y el gris (plateado). Esta es una tendencia global, y es probable que la popularidad de estos colores siga creciendo. Si bien hay millones de coches pintados con estos colores en las calles, no son estos los que acaban en accidentes.
De hecho, el marrón fue el color más peligroso en la investigación, con un 66,7% de los coches dañados, seguido del amarillo, con un 58,6%. Los coches marrones pueden ser menos seguros porque sus tonos terrosos pueden mezclarse con entornos naturales como caminos rurales, caminos de tierra o paisajes otoñales, lo que los hace más difíciles de detectar por otros conductores.
Los coches amarillos, aunque son más brillantes y visibles en la mayoría de las condiciones, a veces pueden ser menos efectivos para destacarse durante el clima soleado o brillante, ya que se mezclan con el medio ambiente, reduciendo su contraste en la carretera, si bien esto puede ser subjetivo.
"La apariencia de un coche puede ser engañosa, por lo que no recomendamos elegir un modelo basándonos únicamente en su apariencia. Es importante comprobar el historial del vehículo, hacer una prueba de conducción, que lo inspeccione un servicio autorizado y solo entonces decidir si comprarlo o continuar buscando", aconseja Buzelis.
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