Ventajas de pintar con pistolas con sistema airless
La alta velocidad de aplicación es uno de los aspectos positivos de este tipo de pulverizadores.
La técnica airless es un sistema que permite pulverizar la pintura y otro tipo de materiales a alta presión gracias a la atomización de estos sin aire.
Para saber cómo funciona esta técnica y cuáles son sus ventajas, Loctite publica en su blog un interesante artículo en el que explica que los equipos tradicionales tienden a fragmentar en exceso las partículas cuando el material entra en contacto con el aire.
Como consecuencia, se crea una nube de pintura sobrante que no se adhiere a la superficie que se pretende cubrir y se acaba desperdiciando.
Tal y como se apunta en el post, en estas pistolas, la pulverización se produce en el momento que la pintura pasa a alta presión por un estrecho orificio, donde impacta y esparce el material. Para ello, es necesaria una alta velocidad, conseguida con el bombeo de la pintura a 400 y 500 bares de presión.
Los equipos de airless se accionan eléctricamente, neumáticamente o con un motor de combustión interna. La acumulación de la presión se lleva a cabo mediante un pistón o una membrana y el flujo se controla a través de una válvula de entrada y otra de salida.
Entre las ventajas que los expertos de Loctite destacan la aplicación de altos caudales pintura o materiales de alta viscosidad; la velocidad con la que se efectúan los trabajos; el menor uso de disolventes, y la menor emisión de overspray o niebla, comparado con las pistolas aerográficas; así como su facilidad a la hora de limpiarlas
Sin embargo, en el artículo también se indican algunas desventajas: defectos estéticos, mantenimiento más laborioso del equipo o escaso control de la cantidad de fluido a aplicar en el producto son algunas de ellas.
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