Roberlo presenta la restauración del PTV 250 realizada por alumnos del ciclo formativo de carrocería
Este proyecto se ha llevado a cabo por los alumnos del ciclo formativo de carrocería del instituto Lacetània de Manresa, dentro del convenio de colaboración que Roberlo mantiene con el Departamento de Educación de la Generalitat y los centros con formación profesional de reparación de carrocería.
Roberlo ha presentado la impresionante restauración del PTV 250 que se ha realizado por alumnos del ciclo formativo de carrocería del instituto Lacetània de Manresa. El proyecto de restauración, de la ya desaparecida marca manresana, se ha realizado gracias al convenio de colaboración que Roberlo mantiene con los centros de formación profesional de reparación de carrocería.
El acto tuvo lugar en las instalaciones de Riudellots de la Selva, donde se desplazaron los alumnos y profesores que participaron en la restauración y explicaron todo el procedimiento del proceso. También asistió el propietario del vehículo, Antoni Tachó, hijo y sobrino de los creadores del coche que relató la emotiva historia de la mítica marca manresana. El acto terminó con una visita a las instalaciones productivas y con la exposición del PTV 250.
En septiembre de 2021, Antoni Tachó cedió su PTV 250, del año 1956, al centro formativo para que los alumnos de segundo curso de grado medio del ciclo de formación profesional en carrocería pusieran en práctica los conocimientos que adquirían a lo largo del curso, utilizando las soluciones de Roberlo.
Roberlo muestra a los alumnos la dificultad de una restauración
Los principales daños que presentaba el microcoche eran la corrosión localizada en los bajos y en diferentes puntos de la carrocería, aparte de no incorporar piezas originales y otros detalles como el tapizado. Una vez desmontada la totalidad del coche, se procedió a decapar toda la carrocería y el chasis. A partir de aquí se conformó la chapa, se sustituyeron las partes más oxidadas y se aplicó masilla, aparejo, protector antigravilla en las piezas inferiores y finalmente pintura Blucrom y barniz. Se aprovechó la ocasión para repintar el coche en bicolor, imitando el acabado más lujoso del modelo PTV 250, de color rojo y blanco roto. Además, durante el proceso de restauración se contó con la colaboración de Jaume Jubert, planchista jubilado y gran experto en microcoches PTV's.
Cesc Comas, jefe del departamento de Mantenimiento y Transporte de vehículos del instituto y quien ha liderado el proyecto afirmaba que "la implicación del alumnado ha sido muy buena, han podido apreciar que la restauración de un vehículo no es una cosa fácil, ni rápida, que implica concentración y actitud de querer aprender".
Cabe destacar que PTV era una marca de microcoches manresana de la empresa Automóviles Utilitarios S.A (AUSA), de fabricación íntegramente nacional. Su modelo más famoso fue el PTV 250, un vehículo de dos plazas descapotable, con una potencia 11CV que alcanzaba los 75 Km/hora del cual se fabricaron unas 1.100 unidades. La producción de microcoches finalizó en 1961 y la empresa derivó su actividad hacia los volquetes, y carretillas elevadoras.
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