Patas de gallo y descolgamiento, signos de un coche mal pintado
Estos suelen deberse a la ausencia de condiciones óptimas de temperatura en el lugar de trabajo.
¿Patas de gallo? ¿Descolgamiento? No. No se trata de un anuncio de productos cosméticos, sino signos de un trabajo de mala calidad de repintado de vehículos.
Así lo explica Certified First en un post que publica en su blog, donde subraya que los usuarios suelen tener la percepción de que los procesos de reparación de chapa y pintura son caros, teniendo en cuenta la cantidad de días que el coche debe pasar en el taller, así como las cifras que refleja la factura final.
Estos extremos hacen que los propietarios de automóviles busquen alternativas, como el buscar talleres con precios más baratos o encontrar alguien que pinte coches en su garaje, lo cual no es aconsejable ni por los resultados ni por la seguridad que pueden conllevar este tipo de prácticas.
La enseña indica que ambas soluciones no están exentas de problemas y que la pintura será, finalmente, la que sufra las consecuencias con imperfecciones y defectos.
Así, por ejemplo, el cuarteamiento son pequeñas rajas o grietas, parecidas a las patas de gallo en la piel humana, que suelen deberse a la ausencia de condiciones óptimas de temperatura en el lugar en el que se ha pintado el vehículo.
Los descolgamientos o ‘chorretones’ son otros de los efectos antiestéticos de este tipo de trabajos realizados por personas no cualificadas y en condiciones no adecuadas para tal actividad.
Este problema de falta de adherencia homogénea a la superficie de la chapa puede venir motivado por la falta de pericia del pintor o por a la utilización de productos en cantidades inadecuadas.
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