Barcelona declara la guerra a las palomas por dañar la chapa de los coches
En un año y medio, 65.000 palomas desaparecerán de los cielos de Barcelona. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de la capital catalana, que pretende evitar el grave daño que causan en distintos bienes, entre ellos, la carrocería de los automóviles.
El principal problema que plantean es el ácido de sus heces, que llega a corroer la pintura de los coches cuando permanecen en contacto con la chapa. Para eliminar sus restos, es necesario que un profesional de la reparación los lije.
La presencia de vehículos dañados por las palomas en los talleres ha aumentado en los últimos años en las grandes ciudades, ya que estos animales se han convertido en auténticas plagas, al aumentar su población de manera desorbitada debido a la abundancia de alimentos.
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