ADAS, la revolución ya está aquí
Los sistemas de ayuda a la conducción han irrumpido de manera espectacular en el trabajo de los talleres de carrocería. Su recalibración es una interesante oportunidad de negocio para los talleres de la especialidad.
El camino hacia el vehículo autónomo se construye sobre los sistemas de ayuda a la conducción, también conocidos como ADAS. Estos dispositivos facilitan su experiencia a los conductores y aumentan la seguridad al volante. Esta combinación está detrás de su éxito, hasta el punto de que la propia Unión Europea exigirá su instalación en los vehículos nuevos.
La popularización de los sistemas ADAS conlleva un efecto inmediato para los talleres especialistas en chapa y pintura: su recalibración ha resultado ser una importante oportunidad de negocio. Al requerir de estos servicios cuando un vehículo sufre un accidente, el precio por cada reparación aumenta.
BUENAS PERSPECTIVAS
El mercado mundial de ADAS tiene un futuro prometedor por delante. Un informe realizado por Technavío calcula que su crecimiento interanual será del 6,77% hasta 2025 y sumará aproximadamente unos 15.658 millones de euros.
Entre las razones de estas buenas perspectivas se encuentra la efectividad de estos sistemas para evitar accidentes o reducir sus consecuencias. Según recoge el Proyecto VIDAS desarrollado por Bosch y Fesvial, algunos estudios científicos demuestran que, si todos los vehículos tuvieran instalados sistemas ADAS, se podría prevenir o mitigar cerca del 40% de los siniestros de tráfico, el 37% de las lesiones de consideración y el 29% de las muertes relacionadas con estos accidentes.
Esta es la principal razón por la cual instituciones como la Unión Europea exigen la presencia de los sistemas ADAS en cada vehículo que se fabrica. Solo en 2022 serán obligatorios diez dispositivos de este tipo. Entre ellos se encuentra la frenada automática de emergencia para turismos, los sistemas de mantenimiento de carril también para turismos o la detección de marcha atrás para todos los vehículos, así como el detector de fatiga y atención.
LOS TALLERES, ESENCIALES
Las funciones de los ADAS como los que hará obligatorios la Unión Europea son muy importantes para la seguridad del vehículo y sus ocupantes. Es en este punto en el cual la intervención de los talleres se vuelve fundamental. La puesta a punto o incluso la instalación de un nuevo ADAS cuando un vehículo sufre un accidente requieren el uso de equipamiento específico y la intervención de profesionales de la reparación.
Un ejemplo de esto es el de los parabrisas. Cuando se sustituye y se instala un parabrisas nuevo, las cámaras y los sensores de los sistemas ADAS tienen que ser recalibrados por profesionales con la formación, experiencia, metodología y tecnología adecuadas, tal y como advierte Carglass.
Esto se debe a que una recalibración incorrecta de los ADAS puede producir fallos graves de los sistemas de seguridad del vehículo. Si el coche no es capaz de realizar un reconocimiento fiable del entorno, podría provocar un frenazo a destiempo e incluso consecuencias más graves como una colisión o un atropello. De hecho, una prueba efectuada en el Reino Unido por el Instituto MIRA concluyó que una mala recalibración representa un riesgo para la seguridad de los ocupantes del vehículo y otros usuarios de la carretera.
En esta misma idea incide PPG, que explica cómo los profesionales de la carrocería deben seguir ciertos procedimientos de reparación establecidos por los fabricantes, con el objetivo de garantizar que las características de seguridad de los ADAS continúen funcionando como deben tras sufrir un siniestro.
EL PRECIO POR REPARACIÓN
La importancia de recalibrar e instalar correctamente los sistemas ADAS después de un siniestro está detrás de un fenómeno que ya notan los talleres que realizan estos trabajos. Según la consultora de mercados Ducker, la presencia de tecnologías ADAS en los vehículos ya ha encarecido la reparación de los vehículos en Estados Unidos. Una tendencia que podrá seguir a medida que los vehículos vayan incorporando más y más dispositivos de este tipo.
La consultora explica que el precio de las reparaciones de siniestros a baja velocidad se ha quintuplicado prácticamente desde que resulta necesario reparar y calibrar sistemas ADAS.
En parte, esto se debe a que en ellos interviene una gran variedad de tecnologías, como cámaras, radar, LiDAR, sonar, infrarrojos o cartografía de alta definición. Son elementos que van instalados en parabrisas, paragolpes, retrovisores y otros elementos susceptibles de daño durante un siniestro y, por tanto, de ser reparados en el taller de carrocería.
En cuanto al trabajo de los talleres especialistas en chapa y pintura, la consultora considera que, a medida que vayan recibiendo más vehículos en sus instalaciones con sistemas ADAS, irán adquiriendo inteligencia de negocio que les permitirá optimizar estas reparaciones. Por ejemplo, distinguir qué dispositivos resultan más o menos fáciles de reparar o qué precio deben ofrecer por cada servicio.
Reportaje publicado en el Manual del Taller de Chapa y Pintura 2022 de Infocap
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