Diferencias y elementos comunes entre el cliente del taller y el de aseguradora
Avelino Peralta, en una nueva entrada de su blog, explica que aunque existen diferencias significativas en la relación contractual, el proceso de pago y la elección del taller, ambos tipos de clientes comparten la necesidad de un servicio de reparación eficiente, transparente y de alta calidad.
Las diferencias y elementos comunes entre el cliente de un taller y el cliente de una aseguradora en el contexto de la reparación de un vehículo por daños derivados de un siniestro son varias. A continuación, se detallan estos aspectos:
¿Cuáles son las diferencias?
- La relación contractual: El cliente del taller tiene una relación directa con el taller, esto es, el cliente es quien contrata y paga directamente al taller por los servicios de reparación. Por su parte, el cliente de una aseguradora tiene una relación contractual principalmente con la aseguradora a través de un contrato de seguro, en caso de siniestro que sea objeto de cobertura la aseguradora es la que asume el costo de la reparación, y el cliente interactúa con el taller como parte del proceso de reclamación de los daños .
- Pago: el cliente del taller paga directamente por las reparaciones solicitadas, de forma que el cliente puede pedir un presupuesto por escrito que puede aceptar o rechazar. Por su parte, cuando el cliente es de una aseguradora es esta última la que paga al taller. Aunque no está obligado a hacerlo, el cliente puede tener que pagar franquicias u otros deducibles, pero la mayor parte de los daños derivados del siniestro los paga la aseguradora.
- Proceso de evaluación: en el primer caso, la evaluación y el presupuesto de la reparación son realizados directamente por el taller, aunque el cliente particular puede pedir varios presupuestos a talleres antes de decidirse. En el caso del cliente de aseguradora, generalmente es esta la que realiza la evaluación inicial del daño a través de un perito de su confianza antes de autorizar la reparación en un taller aprobado o recomendado por ella.
- Elección de taller: el cliente particular tiene libertad para elegir el centro que desee, mientras que el de una aseguradora puede estar limitado a una red de talleres concertados por la aseguradora, aunque algunas pólizas permiten al cliente libre elección de taller. En general, existe en las pólizas "libre elección de taller", aunque cada vez más se dirigen las reparaciones a los talleres concertados y, en todo caso, lo correcto sería establecerlo en el contrato de seguro.
- Garantías y calidad: en el caso del cliente de un taller, la garantía sobre las reparaciones la ofrece el taller directamente, mientras en el caso de la aseguradora, son estas las que, a menudo, garantizan las reparaciones realizadas en sus talleres concertados, ofreciendo una garantía adicional de protección y respaldo al cliente. No obstante en caso de trabajo defectuoso, la resolución de la incidencia la tiene que resolver el taller, es decir, el ejecutor del trabajo debe de garantizar la reparación, sea concertado o no.
¿Cuáles son los elementos comunes?
- La naturaleza del servicio: ambos clientes buscan la reparación de un vehículo dañado por un siniestro, por lo que la calidad de la reparación ha de ser crucial para ambos.
- Necesidad de un repuesto: tanto el cliente del taller como el de la aseguradora necesitan un presupuesto detallado de las reparaciones necesarias. Este presupuesto debe ser aprobado antes de comenzar la reparación; al igual que el taller presenta al cliente un presupuesto por escrito, la aseguradora debe de aportar al cliente copia de la valoración y comprobar si está de acuerdo o no en su contenido.
- Tiempo de reparación: la rapidez y eficacia en la reparación son importantes para ambos tipos de clientes, que desean recuperar su vehículo lo antes posible y, para ello, es necesario sincronizar todas las fases del proceso.
- Calidad de la reparación: la calidad de la reparación es un factor crítico para ambos, la seguridad y el rendimiento del vehículo después de la reparación es una prioridad común para ambos, taller y aseguradora.
- Comunicación y transparencia: la necesidad de mantener una comunicación clara y transparente sobre el estado de la reparación, los costos y el tiempo estimado de finalización es común para ambos, taller y aseguradora.
Conclusiones
Aunque existen diferencias significativas en la relación contractual, el proceso de pago y la elección del taller entre el cliente de un taller y el cliente de una aseguradora, ambos comparten la necesidad de un servicio de reparación eficiente, transparente y de alta calidad. Estas similitudes aseguran que, independientemente de la fuente de pago, la atención al cliente y la calidad de las reparaciones son aspectos cruciales en ambos escenarios.
La libre elección de taller en la reparación de daños bajo un contrato de seguro tiene implicaciones legales significativas que protegen los derechos del asegurado y establecen obligaciones claras para las aseguradoras. Este derecho fomenta la competencia y garantiza que los asegurados reciban servicios de calidad.