Poner en valor nuestro talento
Hace unas fechas tuve la oportunidad de asistir a una charla en torno a la gestión de talento que impartió un famosísimo entrenador del fútbol, al que muchos estamos muy agradecidos porque rompió con el sino de una generación, la mía, que no creía posible ver levantar un trofeo de máximo prestigio. Él lo logró gestionando el talento propio y el de aquellos de los que supo rodearse.
Pasados unos días e intentando bajar la pelota al pasto del mundo del taller, que es de lo que va este blog y este medio, me quedo con la aplicabilidad de todo lo que se expuso aquel día. Porque el taller tiene talento, y mucho, pero a veces no sabe o no quiere gestionarlo.
La batalla no está en el precio, ni siquiera en cómo compramos y a quién los repuestos que necesitamos. La oferta de los mismos es amplia y muy competitiva, contamos en el sector con un excelente canal de distribución y empieza a proliferar el cliente que compra su propio repuesto y acude a que lo montemos en su vehículo. Es decir, en ambos casos, vayamos a buscar nosotros la pieza al distribuidor o nos la traiga en mano el cliente, este demanda nuestro saber hacer, nuestro talento para su montaje.
Por eso afirmo que la victoria está en poner el énfasis en la calidad de nuestro trabajo, en cómo efectuamos la reparación, en el valor añadido que aportamos a quien entra a nuestro taller con un problema y sale con una solución, en cómo lo tratamos, en la forma en que le explicamos lo que necesita y en lo que le podemos ayudar.
Eso es lo que debe buscar el taller, gestionar ese talento, darse a conocer, conseguir el mayor prestigio. Con acciones encaminadas a traer a su labor de reparación a aquellos, más allá de los que sólo quieren un precio barato, que siempre los ha habido y los habrá, que buscan el talento del reparador, en forma de obtener la mejor solución, con garantía, con calidad y con la seguridad de que su coche está en las mejores manos.
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