Cómo poner precio a tu mano de obra
Presupuesto anual, cálculo de productividad y excedente del consumidor. Las claves de Autodemiaonline para hacerlo.
Tanto si estás pensando en montar tu propio taller, como si ya lo tienes consolidado, una de las decisiones más importantes supone poner precio a tu mano de obra.
Casi con toda seguridad, si te pregunto cómo lo hiciste, me dirás que fue basándote en las tarifas de tu competencia. En el mejor de los casos, hacemos un pequeño estudio de mercado y fijamos un precio medio con toda esa información. Déjame decirte que esa es una estrategia perdedora. Básicamente, porque no hemos tenido en cuenta las circunstancias específicas de esos talleres. Quizás alguno tenga su local pagado, o tiene pocos trabajadores, sigue una estrategia de precio bajo con el objetivo penetrar en el mercado, etc.
Por lo tanto, la manera perfecta para poner precio a tu mano de obra, debe ser siempre fundamentado en nuestras circunstancias. En este post, te cuento cómo hacerlo de manera correcta.
1. Prepara un presupuesto anual
A través de una hoja de cálculo simple, pero muy detallada, tienes que apuntar todos y cada uno de los gastos mensuales de tu taller (sin IVA). Deberás incluir aspectos como los costes de tus vehículos de sustitución si los tuvieras, recogida del material contaminante, recarga de extintores, etc. Cuanto más específico seas, mejor. Aquí dejo una plantilla muy completa con la que poder empezar a trabajar.
Imaginemos ahora que después de rellenar la hoja de cálculo, el coste de operación anual es de 100.000 euros. Es el momento entonces de aplicar el segundo paso.
2. Calcula la productividad de los técnicos
Supongamos que en nuestro taller, cuyo coste de operación es de 100.000 euros al año, disponemos de tres mecánicos. Si tenemos en cuenta que según el convenio del metal, la jornada de trabajo anual será de 1.758 horas efectivas, podemos esperar entonces un total de 5.274 horas facturables en el año.
Con un simple cálculo, dividimos nuestros 100.000 euros de gastos anuales entre las 5.274 horas facturables, y vemos que el precio mínimo de nuestra mano de obra debería de ser de 19 €/hora. Es decir, que cobrando este importe, garantizamos que los costes de operación de nuestro taller quedarán cubiertos.
Pero, ¿es esto realista? Pues me temo que no. Esta tarifa da por hecho que nuestros mecánicos tienen una productividad del 100%, lo cual está muy alejado de la realidad. Se hace entonces esencial, conocer de manera precisa la productividad de nuestro taller. Es decir, cuántas horas de trabajo reales estás facturando de media al año por cada mecánico.
Una buena práctica para calcularlo puede ser anotar en una hoja de cálculo las horas cobradas en cada factura de clientes y qué mecánico realizó el trabajo. Una vez más, cuantos más datos recojas, más preciso será el cálculo.
Supongamos ahora que, tras el estudio, el Técnico 1 ha facturado 879 horas en el año; el Técnico 2 computó 800 horas y el Técnico 3 hizo 958 horas. Es decir, en total hemos facturado 2.637 horas de las 5.274 horas disponibles. Esto supone un 50% de productividad. Por lo tanto, para poder cubrir nuestros costes de operación deberíamos ajustar el precio por hora inicial de 19 €/h a 38 €/h. De esta manera habremos corregido la cifra teniendo en cuenta la productividad real de nuestro taller.
Ahora ya solo nos queda añadir el margen de beneficio deseado. Y para ello debemos conocer el último concepto que nos ayudará a poner precio a tu mano de obra de manera óptima.
3. Descubre el excedente del consumidor
Ahora que ya conocemos cuál es el precio mínimo de mano de obra que debemos aplicar, parece lógico que añadamos un margen de beneficio. Supón que arbitrariamente decides sumar 10 € más por cada hora trabajada. Esto nos sitúa en 48 €/h. Suena razonable. Pero ¿y si resulta que tu cliente valora en especial los servicios de tu taller y está dispuesto a pagar más por la mano de obra? O quizás tu negocio se encuentra en una zona de la ciudad donde el precio medio de los talleres es de 55 €/h. Estarías entonces perdiendo 7 € por hora trabajada. Y ojo, porque cada año haces 2.637 horas de mano de obra. Si lo multiplicas por esos 7 € que estás dejando de ganar, la cifra impresiona: 18.459 € menos en tu cuenta cada año.
Este concepto se conoce como excedente del consumidor. Y es, en definitiva, la diferencia entre la disposición del cliente a pagar por tu servicio y el precio que finalmente paga por él.
Así que, por último, pensemos cómo percibe el cliente nuestra propuesta de valor y el conjunto de los servicios que le prestamos y establece un margen de beneficio que tenga todo esto en cuenta y alcance ese excedente de tu cliente.
En fin, espero que hayamos aportado luz a este tema tan complejo como es el poner precio a tu mano de obra y te animes a aplicar esta técnica.
No hay comentarios