Bodas de Oro
Recibo un email de mis padres. Me apetece muchísimo compartir por este canal algo muy íntimo. Una muestra espectacular de compromiso:
Me dan las gracias por estar a su lado. Esta semana hemos celebrado juntos sus 50 años de casados. Han querido volver al mismo escenario (del crimen?). Esta vez, con sus 4 hijos, todos adultos y apañaditos. Un placer indescriptible, allá arriba, a las mágicas alturas de Montserrat, un día donde todo fué excepcional. Una ceremonia pública y otra mucho más corta, privada, de la mano del Pare Joan. Emociones de alto voltaje.
Los de su generación tienen en el ADN un antídoto, una vacuna, contra la epidemia del siglo XXI. Ellos ni se separan ni se divorcian. Ni se van al juzgado con denuncias falsas o absurdas para justificar una separación que no saben como afrontar, o para que la justicia, lenta pero insegura, les de una excusa impecable para destrozar una familia y a la vez alimentar a abogados, fiscales, procuradores, forenses y psicólogos, funcionarios y jueces en un espectáculo siniestro que da más pena que otra cosa. Ellos se quieren. Punto.
50 años de convivencia, proyectos, discusiones, hijos pequeños y adolescentes, parejas políticas, nietos..... épocas buenas y malas. Vacaciones al pueblo, a la montaña y de viaje en coche. Sin móviles ni tablets. Éxitos y algún que otro fracaso.
Y a cada discurso, hoy no pueden evitar, con mucha emoción unas veces, serenidad en otras, salpicarlos con toques de cierre, de despedida. Pero si hoy los que se cuidan llegan fantásticos a los 100! Me gusta pensar y creer q me lo intento tomar cada día como si también tuviera 50 años por delante.
Si mañana (o la semana próxima) te vas a divorciar.... qué le preparas a tu pareja para cenar? Qué vino pones en la mesa? Y si sabes que te están engañando... te tomas la molestia de ir a por pescado super fresco o te molestas en organizar un fin de semana con encanto?
Nuestros clientes.... unos conducen 10.000 y otros 50.000 km al año. Tómatelos a todos en serio. Y por favor.... deja de mirar el coche o el monitor y mira al cliente. Escucha y actúa con seriedad, profesionalidad y compromiso. Es una ecuación cerrada. Pocos éxitos intuye el oráculo en las empresas en las que los directivos están secuestrados por los excels y los infinitos, largos y absurdos emails o que creen que la marca les protege y les protegerá.
Las empresas, como las parejas, padecen una enfemedad incurable: la arrogancia. Nos encanta creer y hasta decir que somos perfectos. Que nuestros índices de satisfacción son espectaculares. Que no fallamos nunca.... y en cambio ahí están, empresas perfectas metidas en recortes, Eres, Eros, despidos y cerrando, o directivos perfectos.... despedidos también. Arreglar la cocina o en general, meterse en obras en casa o dar la vuelta al mundo, igual que cambiar el compresor o una cabina en el taller, aunque está muy bien o sea necesario hacerlo, no arregla nada. Nunca es la solución. Al contrario, sirve para poner en evidencia que el problema no era este.
Y la epidemia avanza imparable: parejas perfectas, madres y padres de familias ideales, con inteligencia y estudios, con buenos empleos y sueldos,..... separándose, divorciándose, exhibiendo sus intimidades, su basura, por los juzgados, civiles y penales, haciendo el ridículo y mostrando a sus hijos una manera lamentable de gestionar una familia. Para que tomen nota en su futuro próximo. En contraste, sus abuelos. Amándose 50 años más tarde.
Entre lágrimas de emoción, felices, Pare Joan cerró el acto con felicitaciones pero también con agradecimientos, por haber elegido Montserrat como escenario de tal celebración, y acabó formulando un deseo, un nuevo objetivo..."ahora a por los 75!". Gracias a los 2!!
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