Cómo hacer un repintado de llantas eficiente
El proceso de reparación y pintado de llantas es un trabajo habitual en el taller de chapa y pintura, debido en gran parte a su localización y continua exposición en la carrocería de un vehículo.
Desde BESA LAB, hemos publicado el siguiente post donde profundizamos en los diferentes métodos de reparación y pintado de llantas que existen, describiendo al mismo tiempo los pasos a seguir para obtener una reparación duradera y de calidad.
La diferencia entre el proceso de repintado de llantas con respecto a otras reparaciones dentro del taller de chapa y pintura tiene que ver principalmente con dos aspectos, como son la limpieza y preparación de la llanta, y su posterior lijado. Además, debido a las formas y geometrías de las llantas actuales, con numerosos ángulos y huecos, el trabajo de lijado debe realizarse en su mayor parte de forma manual.
Dentro del sector de carrocería y pintura, existen dos tipos de técnicas para el pintado de llantas: mediante spray o mediante pistola aerográfica. En reparaciones parciales puede ser aconsejable el uso del spray para el pintado de llantas. Por contra, mediante el uso de pistola aerográfica no tendremos limitaciones en la formulación del color, además de aportar un extra de resistencia a la llanta.
Veamos ahora un ejemplo de reparación y pintado de llantas de aluminio, el tipo de trabajo más habitual en el taller de carrocería.
En primer lugar, separamos la llanta del neumático para poder realizar un pintado más eficiente. Limpiamos en profundidad toda la superficie de la llanta. Se trata de un paso clave para optimizar la adherencia de la pintura.
Posteriormente, identificamos todos los daños a reparar con el fin de evaluar correctamente el método de trabajo y el alcance de la reparación. Enmascaramos las zonas que queremos proteger del proceso de lijado.
Lijamos las áreas planas y lisas de la llanta con un papel abrasivo P150-P180 y lijadora excéntrico-rotativa. Para las superficies de difícil acceso realizaremos un lijado manual con taco.
Limpiamos y desengrasamos toda la llanta, y aplicamos masilla de aluminio en las áreas que presentan daños con rayaduras profundas o faltas de material. Posteriormente, lijamos la masilla aplicada con papeles abrasivos en un rango de grano P150 – P320 en función del tipo de reparación a realizar.
Aplicamos un aparejo que adecúe al color del acabado final de la llanta, para optimizar la colorimetría y poder de cubrición de la pintura. A continuación, lijamos la superficie con máquina roto orbital las zonas de fácil acceso (P400-P500 / órbita 3), utilizando el lijado manual en los ángulos y recovecos de la pieza. Tras este proceso, volvemos a soplar, limpiar y desengrasar la superficie.
Por último aplicamos la pintura de acabado, bien sea en spray o a pistola, siempre dependiendo del tipo y tamaño de la reparación a realizar.
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